La coordinación entre el Ministerio de Sanidad y Salud Pública es fundamental para responder a las emergencias a nivel nacional. Además, esto será necesario porque, con el crecimiento exponencial de la población, "tendremos que cambiar nuestro modelo de desarrollo o ser capaces de lidiar con las situaciones de riesgo", según argumentó Fernando S. Soria, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, perteneciente al Ministerio de Sanidad.

Soria, que participó ayer en un curso del Campus América que celebra la Universidad de La Laguna, en una ponencia titulada ''Respuestas de emergencia ante enfermedades tropicales y olvidadas'', explicó cómo funciona la coordinación estatal en este ámbito y no se amedrentó a la hora de establecer líneas de mejora para este área en concreto.

La población crece "muy rápido", de tal manera que, en 2030 la Tierra llegará a abarcar a 15.000 millones de habitantes. Principalmente, sucede por dos variables, "hay muchísima menos mortalidad infantil y la supervivencia es superior en todo el mundo", remarcó Soria. Por lo tanto, las situaciones de riesgo y las alertas irán aumentando progresivamente y "tenemos que aprender a vivir con ello", insistió. Con todo, el impacto de esas alertas será menor, aventuró el experto, porque hay más herramientas para controlar las emergencias.

Aunque hasta 2003, los protocolos de emergencia se realizaban de "manera informal", informó Soria, cada emergencia sanitaria les ha ido enseñando cosas nuevas. "Nos hemos dado cuenta de que no es solamente un problema técnico, sino que hay áreas alrededor de nuestro trabajo que si bien no tenemos que dirigir sí debemos participar". Asimismo, insistió en que la relación "entre los servicios asistenciales y los de salud pública tiene que mejorar en todos los niveles, porque en situaciones de emergencia es insuficiente".

"Salud Pública tiene que apoyar con información y comunicación de enfermedades nuevas y ofrecer formación, y los médicos asistenciales tienen que aportar el control rápido y urgente de los pacientes infectados", lo que evita el contagio local, añadió Soria. "Tenemos que aprender a trabajar en las unidades de aislamiento por contagio y en la atención a otros pacientes asociados a otro tipo de emergencias, como son los riesgos químicos, tóxicos o nucleares", terminó.