El ministro británico de Economía, Philip Hammond, considera irresponsable utilizar dinero del contribuyente a fin de preparar al Reino Unido en caso de no alcanzarse un acuerdo del "brexit" y reiteró que el mayor desafío es la incertidumbre.

En un artículo publicado hoy en el periódico "The Times", Hammond señala que sólo recurrirá a los fondos públicos cuando "sea responsable hacerlo" y que hay que ser "realista" sobre los desafíos que se presentan con la retirada británica de la Unión Europea (UE).

El diario subraya que la posición del ministro puede inquietar a los diputados conservadores que están a favor de una ruptura "dura" de la UE, sin acceso al mercado único, y que quieren que el Gobierno destine fondos para planificar ante esta posibilidad.

"Como ministro de Economía, es mi deber ser realista sobre estos desafíos, y hacer navegar la economía con cuidado durante este proceso de forma de proteger los empleos, apoyar a las empresas, apuntalar la prosperidad de las familias, trabajadores y proteger nuestras finanzas públicas para décadas venideras", añade.

Al mismo tiempo, Hammond reconoce que el país debe estar preparado para cualquier resultado de las actuales negociaciones con Bruselas, incluso la posibilidad de que no haya acuerdo.

"Estamos planificando para cualquier resultado y vamos a encontrar la financiación necesaria y sólo vamos a gastar cuando sea responsable hacerlo", dice el ministro, quien el mes próximo presentará en el Parlamento los presupuestos del Estado.

Hammond insiste en que el mayor desafío es la "incertidumbre" sobre lo que pueda pasar después de marzo de 2019, cuando el Reino Unido abandonará el bloque de los todavía 28.

"Nuestra inmediata prioridad es retirar la incertidumbre", resalta Hammond, que confía en hacer esto a través de un acuerdo que permita aplicar un periodo de transición tras marzo de 2019 y también con un acuerdo sobre la futura relación británica con la UE.

"Estas dos cosas dependen de hacer progresos en las negociaciones (con Bruselas)", insiste el titular de Economía, que pide a sus todavía socios europeos que muestren "flexibilidad".

"Un buen acuerdo no es solo bueno para el mejor interés del Reino Unido, sino también para Europa", añade.

Londres y Bruselas mantienen actualmente la quinta ronda de la primera fase de las negociaciones sobre la retirada británica y, de conseguirse progresos, sobre todo acerca de la factura que deberá pagar el Reino Unido por su salida, ambas partes pasarán a la segunda fase sobre su futura relación.