El promotor inmobiliario, C. E. A. V., acusado de quedarse con 22.500 euros entregados para la compra de un piso que nunca se llegó a construir, culpó de todo lo ocurrido a una entidad bancaria que se negó a concederle más créditos para acabar la promoción. "Es cierto que no pudimos hacer las viviendas ni devolver el dinero. Acabamos otra promoción y la entregamos a los compradores, pero cuando fuimos a hacer esta el banco dijo que no nos iba a dar más créditos".

En la actualidad, C. E. A. V. permanece en prisión después de que en 2014 se le impusiera una condena de seis años por un motivo similar que afectó a doce compradores y sumó los 235.000 euros. Igualmente, fue condenado en 2012 por impago de pensiones y en 2013 por estafa y falsificación de documento público.

Durante la vista celebrada ayer, la Fiscalía redujo la petición inicial de dos años y nueve meses a un año de cárcel, aunque exige la devolución de los 22.500 euros más 3.500 que ha generado en intereses y gastos el crédito solicitado en su día por la compradora. La acusación también pide la restitución de este dinero mientras que la defensa solicita que no se sume una posible pena a las que ya está cumpliendo.

El procesado aseguró que debido al tiempo transcurrido no se acuerda de por qué el dinero entregado por la denunciante acabó en las cuentas de otra sociedad de la que también era administrador.

La Fiscalía sostiene que el procesado era conocedor y consciente de las dificultades económicas por las que atravesaban las entidades mercantiles cuando asumió el compromiso con la compradora. También estima el Ministerio Público que "con toda probabilidad" el empresario sabía que las obras no se iban a llevar a cabo, o al menos, no lo serían en el plazo convenido.