Unas 65.0000 personas, según la Guardia Urbana, se manifestaron ayer en Barcelona convocadas por Societat Civil Catalana y otras entidades para pedir al presidente catalán, Carles Puigdemont, que vuelva al sentido común, que "rectifique" y aproveche el lunes "su oportunidad de oro".

La manifestación, con motivo del Día de la Hispanidad y bajo el lema "Cataluña sí, España también", fue la más importante registrada en Cataluña en un 12 de Octubre, pues en 2014 fueron 38.000 manifestantes.

La marcha recorrió en un ambiente festivo desde el Paseo de Gràcia, a la altura de La Pedrera, hasta la Plaza de Cataluña, con el grito unánime de "Puigdemont a prisión", pero también con una petición al president de que rectifique porque "no nos representa". En un ambiente festivo, como el de la multitudinaria manifestación del domingo pasado, se escucharon consignas parecidas: vivas a España, a Cataluña, al Rey y a la Policía.

El acto central del Día de la Fiesta Nacional comenzó con la llegada de los Reyes a la madrileña plaza de Lima, donde fueron recibidos con aplausos y gritos de "viva España" y "viva la Corona" de cientos de personas.

Pasadas las 11:00 horas, se inició el acto al que asistió el Gobierno en pleno, encabezado por Mariano Rajoy -salvo Luis de Guindos, que está en Washington-, las más altas autoridades del Estado y la mayoría de líderes políticos.

Junto a Felipe VI, con el uniforme de capitán general del Ejército del Aire, y Letizia, con vestido de chaqueta y falda en tonos grises, se situaron sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Los cientos de personas presentes en el recorrido aplaudieron el paso del Rolls Royce que trasladaba a los Reyes a la tribuna principal y se escucharon vivas al Rey, a la Monarquía y a España.

El acto consistió en un homenaje a los caídos y un desfile terrestre y aéreo, en el que participaron unos 3.900 efectivos, entre militares de los tres Ejércitos, guardias civiles, policías y Guardia Real.

Tras izarse la bandera bajada por un paracaidista y de que el Rey pasara revista a las tropas, comenzó el homenaje a los caídos, que en esta ocasión fue dedicado al recuerdo de las víctimas de los atentados yihadistas de Cataluña.

Colectivos de ultraderecha y antifascistas se manifestaron ayer sin incidentes y por separado en las inmediaciones de plaza de España y de la estación de Sants, en Barcelona, en defensa de la unidad nacional los primeros y en contra de la represión los segundos.

La primera de las marchas arrancó a las 11:30 horas liderada por Democracia Nacional y congregó a 350 personas según la Guardia Urbana, las cuales marcharon sin incidentes y bajo una intensa vigilancia de Mossos los d''Esquadra entre la plaza de España y la de Sant Jordi, en la subida hacia Montjuïc.

Tras una pancarta con el lema "Siempre unionistas", exhibieron banderas de España, algunas preconstitucionales o con simbología ultra, y corearon lemas como "No nos engañan, Cataluña es España", "Patriotas de Blanquerna, absolución", "Puigdemont a la prisión" o "Rajoy traidor, defiende a tu nación".

Al término de la concentración, en la plaza de Sant Jordi, un grupo de ultras quemaron banderas independentistas y cantado el cara el sol. Una media hora más tarde de la manifestación de la ultraderecha partió desde las inmediaciones de la estación de Sants otra manifestación de signo contrario bajo el lema "Vuestra represión no nos hará retroceder", convocada por colectivos antifascistas.