El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró hoy que la crisis catalana no saldrá gratis desde el punto de vista económico y obligará a situar "algo por debajo" del 2,6 % las previsiones de crecimiento de España para 2018.

"Esto no sale gratis desde el punto de vista de la evolución económica. Este tipo de cuestiones tienen siempre impacto", afirmó De Guindos al comentar la incertidumbre política en Cataluña en una conferencia de prensa en el marco de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), en la que participa.

El ministro agregó que España va a tener una "tasa de crecimiento inferior" al 2,6 % que se había proyectado, "como consecuencia de la exigencia de prudencia" que, según De Guindos, "exige la situación de incertidumbre que ha generado Cataluña".

Las previsiones de crecimiento del Gobierno central son actualmente del 3,1 % para 2017 y 2,6 % para 2018, aunque serán revisadas en el nuevo proyecto presupuestario que se presente la próxima semana en Bruselas.

El FMI mantuvo esta semana sus previsiones de crecimiento para España en el 3,1 % este año y elevó levemente las de 2018 al 2,5.

De Guindos destacó que "en el tercer trimestre, los indicadores han sido buenos, la economía catalana estaba teniendo incluso un mejor comportamiento que la del resto de España".

"A partir, lógicamente, de cuando se aprueban en el parlamento catalán las normas del referéndum y desconexión (en septiembre) es cuando se comienza a generar incertidumbre e inquietud en inversores", subrayó ante los periodistas.

En concreto, se refirió al "éxodo de empresas" que han traslado en los últimos días su sede fiscal fuera de Cataluña a otras partes de España, entre ellas Caixabank y Sabadell, y recalcó que "la inversión es la primera variable económica afectada".

"Como consecuencia de las irresponsables decisiones de la Generalitat, hay una paralización de los proyectos de inversión en Cataluña", dijo De Guindos.

Las declaraciones del ministro se producen después de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciara en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, que sin una "pronta solución" habría que bajar las previsiones de crecimiento.

Sáenz de Santamaría tampoco especificó cuál podría ser la cuantía de la rebaja.