Los focos en las últimas semanas han estado ,y aún siguen (sobre todo hoy), en otras latitudes y con otras prioridades y plazos, pero todo el conflicto catalán tiene una pequeña derivada política para una formación canaria que, si no fuera porque es la que gobierna en las Islas desde hace 30 años, seguramente sería algo muy secundario. Pero no es el caso, porque CC siempre se ha caracterizado por un regionalismo reivindicativo, pragmático y negociador, pero plenamente integrado en el Estado español que, desde hace ya años, choca de frente con la deriva de uno de sus socios de siempre en las elecciones europeas.

De la Convergencia i Unió (CiU) que sirvió, junto al PNV, de referente para la ATI y las AIC de los 80, así como en la creación de CC en 1993, se ha pasado (3% incluido y variada corrupción también de "pujoles", "palaus" y demás ) en el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), tras la huida de Unió, que acabó fracasando en varias elecciones. Y ese PDeCAT es uno de los partidos que conforman Junts Pel Sí junto a Ezquerra Republicana de Cataluña (ERC) y otros grupos políticos y sociales menores que han impulsado casi como nunca la independencia de Cataluña, hasta llegar al punto del requerimiento de Rajoy al president Puigdemont que expira justamente esta mañana.

Esta apuesta no disimulada de la antigua CiU, argumentada por el recorte del Estatuto acordado con Zapatero en 2006 y anulado en partes claves por el Tribunal Constitucional tras el célebre recurso del PP (con 4 millones de firmas), se ha agudizado desde 2015. Ya en 2014 existía, pero no era tan intensa y de ahí que CC no tuviera en las europeas de ese año el dilema que ahora deberá afrontar: ¿ha de seguir presentándose junto a los nacionalistas catalanes de centro derecha, integrados en el Partido Liberal Europeo, en los comicios al Parlamento de Bruselas?

Preguntado por esta cuestión en unos días tan explosivos sobre la cuestión catalana, el secretario general de CC y consejero de Presidencia, José Miguel Barragán indica a El Día que aún queda mucho tiempo para las próximas europeas (que serán en 2019, año en el que también se celebrarán las regionales y locales) y que no han analizado esta situación en los órganos internos. No obstante, es algo de alguna forma presente entre los dirigentes claves de la formación, aunque solo sea un problema dormido, porque saben que, de no resolverlo bien, puede pasarles factura entre su electorado más proclive a la actual relación de Canarias con el Estado y que rechaza totalmente la apuesta secesionista liderada por el PDeCAT y ERC.

Aunque no lo han abordado aún, que es algo en lo que, de alguna forma, se piensa lo prueba el hecho de que barajan alternativas y que en el reciente congreso de CC acudieron varios dirigentes de El PI, un partido surgido en Baleares en 2012, de corte liberal, regionalista y de centro derecha y que se sitúa, pues, en una órbita muy similar a las AIC primigenias.

Según Barragán, fue esta formación la que les ha propuesto ir juntos en las próximas europeas, y así lo corroboraron en el congreso su presidente y diputado en el Parlamento balear, Jaume Font, su vicepresidente y también diputado, Josep Melià, Maria Antònia Sureda y Francisca Mora, consellera regional, toda vez que cogobiernan con el PSOE.

CC recalca que atenderá a lo que diga el Partido Liberal Europeo, pero, de momento, ya maneja alternativas a los "independentistas".