Incluso cuando hay un traductor por medio, si el mensaje de un político no es en el mismo idioma de quien lo escucha, llega con un déficit en la atención importantísimo. Ayer, viendo a Nuñez Feijóo hablar sobre el gran incendio que azota Galicia, me di cuenta de que no le estaba prestando atención alguna. Miraba las terribles imágenes de la televisión, pero pensando únicamente para mis adentros. Mi curiosidad por lo que decía se quedó a un lado. Y claro, me di cuenta de que estaba hablando en gallego. Me parece un desatino que los líderes políticos de Cataluña, el País Vasco o la propia Galicia no se dirijan en castellano a quien los escucha cuando la gran mayoría no domina su lengua vernácula. Pero no es solamente Feijoó, lo es también el lince de Puigdemont y todos sus antecesores, y en menor medida Urkullu y los suyos. Sin querer deslegitimar nada, pienso que es una torpeza en materia de comunicación.

Pero además de una dispersión del mensaje, con lo cual es una patada a las leyes fundamentales del márquetin político, me parece hasta una falta de respeto a quienes los escuchamos. Pongamos un ejemplo práctico, ¿en qué idioma hablaría Messi, Ronaldo, Merkel o Macron en un auditorio donde la gran mayoría de sus espectadores (y ellos mismos) dominan el inglés? Pues obviamente en inglés. Me gustaría invitar a esos regionalistas en demasía a quitarse el complejo y a hacer entender a sus gentes que hablar en español, además de en su lengua vernácula, no es una vergüenza sino un orgullo.

@JC_Alberto