Tras veinte ediciones en suelo americano, la Conferencia de Zonas Francas de las Américas cruza el océano y se traslada este año a Tenerife. El delegado del Ministerio de Hacienda en la Zona Franca tinerfeña, Gustavo González de Vega -también vicepresidente de la asociación latinoamericana-, confía en que esta "ocasión única" impulse el papel del Archipiélago como polo de negocios para África occidental.

¿Qué supone para Canarias acoger esta XXI Conferencia de Zonas Francas de las Américas?

En primer lugar, visibilidad, el ser la capital de la tricontinentalidad. Después de veinte ediciones de esta reunión de zonas francas iberoamericanas, que por primera vez se traslade a Europa, y sea precisamente en Tenerife, da relevancia al hecho de que realmente tenemos un papel de punto de enlace entre América, Europa y África.

¿La inclusión de la Zona Franca de Tenerife en la Asociación de Zonas Francas de las Américas (AZFA) puede ser un aval para la aspiración de Canarias de convertirse en punto de negocios entre continentes?

Desde luego. La AZFA es preponderantemente americana. La presencia española era prácticamente testimonial. Nuestra llegada, hace tan solo tres años, y que en ese periodo tan breve hayamos alcanzado la vicepresidencia y que por unanimidad todas las zonas francas hayan decidido trasladarse a Tenerife para celebrar la conferencia son hechos que ponen de manifiesto la importancia que cobra Canarias en este punto de enlace entre las zonas francas europeas y americanas. Y un punto más: hemos querido incorporar también las zonas francas africanas. Por primera vez en un mismo punto se reúnen zonas francas de los tres continentes. La de Tenerife no es solo la anfitriona, sino que reúne elementos comunes de esos tres continentes.

¿Cómo se produjo su acceso a la vicepresidencia de la AZFA?

Hace solo tres años que llamamos a la puerta de la AZFA porque establecimos una estrategia: el corredor franco del Atlántico, un proyecto que lidera Tenerife con la idea de unir América, Europa y África utilizando como eslabones las zonas francas de los respectivos países. La Zona Franca de Tenerife tiene un valor absolutamente único en Europa: nuestra compatibilidad con todos los instrumentos del REF y, más concretamente, con la Zona Especial Canaria (ZEC). Este valor añadido nos asemeja mucho a las zonas francas americanas, que tienen muchos más beneficios que las europeas del continente, no solo desde el punto de vista aduanero, sino también impuesto de sociedades reducido y otro tipo de beneficios fiscales. Siendo una zona franca europea, con todo lo que implica de seguridad jurídica y ventajas europeas, estamos geográficamente en África e incorporamos ventajas similares a las americanas. Lo que va a atraer al inversor es nuestra condición de puente fiscal y tributario entre tres continentes. Con esta estrategia fuimos a la AZFA para establecer un proyecto de sinergias colaborativas entre todas nuestras zonas francas, incluidas las de África y Europa. Tan buena acogida ha tenido que, junto a una labor muy activa por nuestra parte en defensa del régimen franco, nos ha permitido ser de forma casi inmediata el primer miembro europeo de su junta directiva y, seis meses, después acceder a la vicepresidencia.

¿Qué tienen que ganar las zonas francas participantes en la conferencia?

La conferencia incluye una agenda académica muy potente. Pero en este caso hemos querido ir un poco más allá. Ya que reuníamos a tantas zonas francas de tantos países -32 confirmados-, quisimos establecer una rueda de negocios para cerrar acuerdos comerciales. El objetivo final del evento es la formalización del memorándum de entendimiento para el desarrollo del corredor franco del Atlántico. En Tenerife ya hemos hecho un estudio de oportunidades de negocio entre ambas dorsales del Atlántico, que se va a entregar. El fin es cerrar un proyecto común de sinergias entre todas nuestras zonas francas.

Llevan trabajando unos años en el proyecto del corredor franco del Atlántico. ¿Qué viabilidad existe de ponerlo en práctica?

Este encuentro es el mejor exponente de lo bien y rápido que avanza el proyecto. Evidentemente, una estrategia tan amplia requiere un periodo de maduración. Hemos conseguido ganar una masa crítica suficientemente sólida para empezar a trabajar desde que termine la conferencia. El mismo evento, la agenda académica, consiste de hecho en una serie de paneles en los que se analiza la estructura necesaria para que el proyecto tenga éxito.

¿Y qué hace falta para que el proyecto tenga éxito?

Lo principal -de hecho, ese es el primer panel- es analizar el contexto económico global, qué es lo que está sucediendo en el mundo. Vamos a analizar incluso la incidencia de la era Trump y todo lo que ha significado. Nos encontramos en un momento y unas circunstancias idóneas que invitan a que América Latina y Europa se miren de frente, de cerca. Hay países, como México, a los que la consolidada relación comercial, vertical, con EEUU, no les invitaba a salir fuera. Pero ahora México viene con un viceministro para ver qué ocurre en Europa. Se valora que la Comisión Europea establezca a finales de este año un acuerdo de reducción al 90% de los aranceles entre el Mercosur y Europa. Quiero pensar que nuestra estrategia fue adecuada en su inicio y justo ahora el contexto es el más idóneo: América y Europa trabajando para unirse y nosotros como punto de enlace, escenificando esa unión en Tenerife.

¿Canarias puede beneficiarse de las tendencias aislacionistas que se producen en el mundo?

Los nacionalismos, el establecimiento de fronteras y rupturas con el comercio global, rompen con los proyectos comerciales amplios de acceso a mercados más globales. Todos aquellos que trabajemos en la eliminación de fronteras y en facilitar las vías comerciales entre los países siempre vamos a ganar. Puede ser un momento muy positivo para el desarrollo del comercio Europa-América Latina, e incluso empezar a explorar el comercio sur-sur en el Atlántico, que a día de hoy apenas representa el 5% del comercio en el Atlántico. El mercado africano es esa última gran frontera del comercio internacional y nosotros queremos ser protagonistas en su desarrollo.

¿Cuáles son los puntos fuertes de Canarias para ser "hub" de negocios con África occidental?

Valoraría como punto de inicio nuestra condición fiscal y tributaria, única en nuestra área de influencia del Atlántico y que además está sustentada por una seguridad jurídica de orden europeo. Eso siempre va a ser el principal atractivo para un inversor. Luego, la situación geográfica. También la conectividad logística. Añadiría la necesidad de conocer realmente el mercado africano. Probablemente la mayor dificultad para entrar en África sea la opacidad de su gestión económica. Que Canarias se erija en interlocutor con esos países sería magnífico.

Canarias suele defender que tiene la mejor fiscalidad de Europa. ¿Lo saben nuestros posibles socios comerciales?

Canarias tiene el suelo más valioso de Europa por la confluencia en los puertos canarios de la ZEC y la Zona Franca. Sin embargo, tal vez internacionalmente no se tenga el suficiente conocimiento. Con esta conferencia vamos a amplificar el mensaje. Cuando articulas un discurso adecuado, cuando comprendes el potencial que tenemos en Canarias y lo canalizas, obtienes resultados.

¿Y qué obstáculos tendría que superar Canarias para ser punto de enlace de negocios con el continente africano? ¿La conectividad es uno de ellos?

Yo no hablaría de la conectividad como obstáculo. Hemos mejorado muchísimo, y debemos celebrarlo. Solo este año, Tenerife ha conseguido 24 nuevas conexiones aéreas. En el último mes han entrado diez buques portacontenedores a la terminal de en torno a 10.000 TEU. Es verdad que queda potencial por consolidar y crecer, pero si no hubiéramos mejorado no podríamos hablar de este tipo de proyectos. Aunque no lo quiero llamar obstáculo, insistiría en que para ser un "hub" tenemos que interiorizar el concepto en nuestra cultura desde todos los puntos de vista, desde la función pública a la empresa, y mirar de cerca a África. Este es el momento de mirar a África y entenderla. Si queremos ser puerta de entrada al comercio con África occidental primero debemos entender, poder ser interlocutores válidos. Insistiría en una formación y en comprender primero el potencial que tenemos y cuál puede ser nuestro papel en esa triangulación entre tres continentes.

¿En qué puede influir la apertura del puerto de Granadilla?

Va a ampliar nuestra capacidad desde muchos puntos de vista: de transbordo, de línea de atraque, de capacidad de contenedores y de todo lo que se genere a su alrededor. También estamos trabajando ya para ampliar la zona franca, que ahora está en el puerto de Santa Cruz, a Granadilla. Será un foco de inversión y empleo.

¿Qué puede suponer el retraso de la planta de gas de Granadilla?

La normativa europea exige que el tráfico marítimo se realice con gas natural licuado a partir de 2020, en la búsqueda de eliminar combustibles contaminantes. Tener una regasificadora en Tenerife es un valor añadido, un punto estratégico muy importante para un puerto. Quiero pensar que el proyecto seguirá adelante, porque al menos desde el punto de vista del tráfico marítimo sería muy relevante para la Isla.

¿Es lo suficientemente conocida la Zona Franca de Tenerife?

La actividad prácticamente acaba de empezar. Todavía estamos en la fase de comunicar qué es, qué es lo que ofrece. Es verdad que sigue siendo una gran desconocida, pero para un proyecto con un horizonte temporal tan amplio, tres o cuatro años de actividad son pocos. Queremos hacer una labor mucho mayor para darla a conocer, pero insisto en que el hecho de que se produzca en Tenerife el evento de mayor relevancia de las zonas francas da muestras de que internacionalmente hemos trabajado muchísimo.

¿Qué tipo de empresas pueden acogerse a la Zona Franca?

Una zona franca es un espacio dentro del territorio aduanero de un país en el cual se puede introducir cualquier tipo de mercancías, independientemente de su origen o destino, y durante el periodo en que están dentro están totalmente exentas del pago de aranceles, impuestos indirectos o impuestos especiales. Son herramientas de promoción del comercio exterior. Las empresas que mayor beneficio van a encontrar son aquellas que o bien realizan algún tipo de transbordo entre terceros países -América y África, por ejemplo- y necesitan tener un almacenaje de mercancía, o bien las que hacen un proceso productivo cuya materia prima se importa desde un tercer país.

¿Puede favorecer, entonces, el desarrollo industrial?

Sí. De hecho, uno de los grandes objetivos es la atracción de empresas de procesos productivos. El espacio de la Dársena de Pesca, algo más de 200.000 metros cuadrados, es suelo industrial. Ese es uno de los grandes objetivos por la estabilidad que ofrece cualquier industria desde el punto de vista de generación de empleo y efectos económicos.

¿La ampliación del Canal de Panamá puede beneficiar a las Islas?

Creo que ya lo está haciendo. El proyecto del corredor franco encajó en el momento idóneo. Desde junio de 2016 se amplía el canal y se triplica la capacidad de los buques que pueden cruzarlo. Los puertos del área de influencia del Atlántico que no tengan aguas profundas e infraestructuras adecuadas para recibir esos barcos quedan fuera del mapa de la conectividad. Nosotros sí estamos preparados para ello. Los buques metaneros no podían cruzar el canal antes de la ampliación, pero ahora hasta el 90% de la flota mundial puede hacerlo. El hecho de estar en esa ruta del gas natural licuado a través del Atlántico, o al menos cercanos, y tener una regasificadora, es realmente importante.