El episodio que se produjo el pasado 14 de octubre en el parque recreativo de la Mesa Mota llevará a la elaboración de una guía de uso del espacio. Así lo anunció el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, que detalló que está previsto que en el documento se recojan pautas determinadas.

El acuerdo fue adoptado en la Junta de Gobierno del lunes y su objetivo es esencialmente informativo. "Se busca concretar más para que la gente sepa para qué se usa", manifestó el regidor local, y añadió que a continuación se procederá a la difusión de lo que se establezca.

Esa fue, finalmente, la reunión que fuentes oficiales del Ayuntamiento de La Laguna habían apuntado que mantendrían los socios de gobierno -Coalición Canaria y el Partido Socialista- para alcanzar una "solución estable" para el lugar. Según habían dicho, el objetivo es que permita "conciliar los intereses del disfrute de las personas en los espacios públicos del municipio con las garantías de seguridad que se requieren en estos casos".

Díaz había planteado la semana pasada que no está de acuerdo en establecer restricciones en la zona, sino que sea suficiente con la presentación de comunicaciones por parte de los interesados. "Estamos hablando de usos normales (...), de pasarlo bien en torno a los fogones y las mesas, y de disfrutar como disfrutamos todos", expresó el nacionalista.

Sea como fuere, tras los hechos de hace dos semanas -cuando el espacio acabó convertido en un basurero-, la situación se estabilizó. Aunque siete días después tuvo lugar una fiesta a gran escala en la que se dieron cita alrededor de 800 personas, la zona quedó limpia y no se registraron grandes incidencias. Los datos aportados por el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Jonathan Domínguez, es que se instruyeron un total de 36 denuncias de tráfico en un control policial, aunque ninguna de ellas por la comisión de delitos, sino "nivel sanción".

La historia se repite en Las Raíces: fiesta y disyóquey

Un cartel con precios y en el que se anuncia la presencia de un disyóquey y barra libre. De esa forma se presenta la chuletada de estudiantes de Ingeniería prevista para mañana en Las Raíces, en El Rosario. Allí ya ocurrió la pasada semana algo parecido con una fiesta de Logopedia. En aquel caso, los responsables acabaron abortando el plan inicial, retiraron el disyóquey y esgrimieron que no eran un grupo organizado (cuando es así se requiere permiso). Aunque con presencia policial, el acto se pudo celebrar.

La postura y procedimientos del Cabildo son los mismos en este otro caso. Fuentes oficiales indicaron ayer que están en contacto con los responsables para recordarles lo que está permitido y lo que no, así como las posibles sanciones a las que se pueden enfrentar, especialmente por la música. Asimismo, y tal y como ocurriese en la anterior cita, se le ha dado traslado de la previsión festiva a la Policía Local de El Rosario. "Espero que se tomen las medidas para que todo funcione correctamente y que se aplique la normativa por el bien de los propios chicos", señaló el alcalde de El Rosario, Escolástico Gil. Este periódico también contactó este jueves con la organización, aunque esta optó por no pronunciarse.