El área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife ha puesto en marcha una red de grandes vallados en el Parque Nacional del Teide para la protección de la flora y los ecosistemas naturales propios de este entorno natural.

Esta medida llega como consecuencia de los resultados obtenidos en la primera fase del proyecto, en la que 21 cercados experimentales de pequeñas dimensiones permitieron probar su eficacia para la restauración del ecosistema y contrarrestar el daño producido por los herbívoros.

En una nota de prensa, el vicepresidente y consejero de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, explicó que en la actualidad se han instalados tres grandes vallados al Norte del Parque Nacional del Teide y que el objetivo es incrementar estas medidas hasta abarcar el 10 por ciento de la vegetación asociada al retamar de cumbre, que incluye también varias especies amenazadas de plantas.

De manera adicional, y con el objetivo de preservar la vegetación del Parque Nacional del Teide, se han desarrollado otras medidas medioambientales como la identificación de siete Estaciones de Muestreo Intensivo (EMI), donde se concentran los trabajos de seguimiento y experimentación para obtener información útil, como la densidad de herbívoros introducidos, la composición del suelo o los microclimas.

Por otro lado, se trabaja en la recuperación de especies en peligro como la jarilla de cumbre, de la que se han plantado 200 nuevos ejemplares este mismo año en las inmediaciones de la zona de El Portillo, con lo que ya se han cumplimentado todas las medidas prescritas en su plan de recuperación.