El exjefe de la Misión en España de la CE Servaas Deroose ha asegurado hoy que el rescate bancario implementado en España en 2012 fue un "éxito" y ayudó a que las consecuencias de la crisis financiera fueran menos graves, aunque ha advertido al Gobierno de que aún tiene reformas pendientes.

Así lo ha explicado Derrose en su comparecencia ante la comisión que investiga en el Congreso el rescate bancario y el origen de la crisis, en la que también interviene hoy el excomisario europeo de Asuntos Económicos Olli Rehn, Deroose y que ha estado muy poco concurrida en esta primera sesión.

La evaluación del programa español de recapitalización es "muy positiva", y se ha cumplido su objetivo principal, que era elevar la resiliencia a largo plazo del sector bancario, que ha recuperado el acceso a los mercados y la confianza de los inversores, aunque no conviene "dormirse en los laureles", ha dicho.

Las herramientas y procedimientos adoptados para lograr este fin funcionaron "bien" y las autoridades españolas se comprometieron desde el principio con el programa, dijo Deroose.

También negó que España estuviera cerca de abandonar el euro, algo que no fue una posibilidad en ningún momento, ya que la situación "se podía gestionar".

El proceso de ajuste "ha resultado difícil" pero la economía española "está de nuevo en pie" y el sistema financiero "está en mucha mejor forma que hace cinco años", dijo.

Sin embargo, sigue habiendo retos que tienen que solucionar tanto las administraciones públicas como el sector privado, como finalizar la privatización de los bancos de titularidad estatal, abordar los activos inmobiliarios tóxicos que quedan, reducir la morosidad y mejorar la rentabilidad de los bancos.

Y en términos más generales, ha asegurado que las instituciones europeas y los estados miembros "han aprendido de la crisis" y han implementado nuevas normas e instituciones para evitar futuras crisis en la medida de lo posible.

Ahora contamos con instrumentos para gestionar las crisis, pero "queda mucho por hacer" y sigue siendo necesario reforzar la arquitectura de la unión económica y monetaria para que pueda resistir las perturbaciones, por ejemplo completando la unión bancaria y fiscal", ha dicho.

A la pregunta que le han hecho varios diputados sobre la resolución del Banco Popular, el pasado 7 de junio, dijo que fue un éxito en gran parte por la colaboración de todas las partes implicadas, al tiempo que lamentó las pérdidas de los accionistas de la entidad.

Pese a que insistió en que el Popular queda fuera de su ámbito de actuación porque no recibió inyecciones de capital ni traspasó sus activos tóxicos a la Sareb, admitió que quizá hubo "temas de gobernanza" que no se abordaron de la forma adecuada.

"No es mi labor opinar sobre ello porque no soy supervisor", pero el proceso no fue tuvo nada de opaco y no hay que olvidar que tuvo que hacerse todo muy rápido, de un día para otro.

También alabó el trabajo del FROB, así como su colaboración con el Banco de España, y ha dicho que la relación con las autoridades europeas ha sido "muy fluida".

Sobre la implementación del programa de rescate de cuya supervisión fue responsable, como jefe de los llamados "hombres de negro", ha insistido en que hubo poco tiempo para hacerlo, a través del Memorandum de entendimiento (MOU) pues lo más urgente era recuperar la viabilidad del sector y segregar los activos tóxicos.

La misión empezó desde cero a recabar información y a reunirse con las autoridades para conocer el estado real de las entidades y se encontraron con algunos problemas añadidos como los desahucios, pero en general se puede decir que aunque hay cosas pendientes en cuanto a supervisión, el marco actual es mucho mejor.

Según Deroose, la unión bancaria se completará en 2019, por lo que pronto habrá un fondo europeo de resolución a través del mecanismo europeo de estabilidad.

También aseguró que aún podemos esperar más fusiones bancarias, tanto en España como en Europa, pues se trata de un sector "sobredimensionado".