Consciente de que, por su oratoria, "no soy la alegría de la huerta", el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, tiró ayer de datos y perspectiva para resaltar la evolución económica de las Islas desde la crisis hasta el histórico presupuesto regional de 2018, el más alto conocido hasta ahora. Lo hizo en el marco de la jornada de líderes organizada por la Cadena Ser y el Grupo de Comunicación EL DÍA en el santacrucero hotel Mencey, con la presencia de numerosos y notables empresarios de las Islas. Pese a su temor a que las frías cifras conviertan siempre sus intervenciones en excesivamente académicas y tecnicistas, logró trascenderlas y lanzó dardos muy reivindicativos con el Estado y de justicia histórica para con las Islas.

Su principal exigencia la vinculó a las recientes críticas de la presidenta andaluza, Susana Díaz, a que Canarias se haya visto beneficiada en el presupuesto estatal de 2017 por aritmética de escaños en el Congreso. A pregunta del subdirector de EL DÍA, Jorge Espinel, el jefe del Ejecutivo dijo no entender esa queja y resaltó que nunca escuchó a nadie de otras regiones lamentar los recortes sufridos por Canarias desde que irrumpe la crisis, en lo que enganchó con la introducción de la directora de Ser Canarias, Lourdes Santana. Por eso, recordó que el aumento en casi mil millones de euros que experimentarán las cuentas autonómicas en 2018 no obedece a ningún trato de favor, sino a que, "por primera vez en 40 años, recibiremos lo que nos toca: lo mismo en sanidad que gallegos, andaluces o catalanes".

En esta línea, afirmó que "ya nos gustaría a nosotros que nos hubieran cubierto la deuda sanitaria andaluza de 4.000 millones". Además, y preguntado por el tan anunciado y anhelado cambio de modelo productivo en el Archipiélago, exigió el mismo trato que tuvo en su momento el País Vasco o los propios andaluces para modificar su estructura económica. Asimismo, pidió a los presentes unidad ante el REF para que, de una vez, salga de la discreción del que gobierna y para negociar el nuevo sistema de financiación autonómica, recordando que a los vascos no se les pueden tocar sus fueros.

El presidente hizo un detallado análisis de la Canarias que recogió en 2015 y de cómo llegó la región al comienzo de la crisis. Recalcó que ya entonces presentaba los peores datos de paro, salarios, exclusión y pensiones no contributivas y que, en su mandato, se ha empeñado en recuperar las relaciones con el Gobierno central para que, como ocurrirá en 2018, el panorama presupuestario regional cambie por completo.

Asimismo, recordó que otro de sus grandes retos han sido los cambios estructurales y, por eso, aludió de nuevo al Fdcan, la ley del suelo y la de Islas Verdes, que, lejos de reimpulsar la apuesta por el cemento, sostiene que benefician a la agricultura y ganadería, otorgarán seguridad jurídica y ayudarán a desbloquear proyectos en el 17% de suelo calificado.

Pide a las empresas que contraten canarios

Clavijo aprovechó ayer la presencia de los empresarios para pedirles algo que Paulino Rivero ya intentó por la vía legal, pero topándose con la UE. Sin ese matiz legal, el presidente sugirió que las aún elevadas cifras de paro podrían paliarse más si se contratase a más isleños. En este sentido, recordó que 130.000 empleados actuales proceden de fuera y, ante las quejas habituales de los empresarios por las dificultades para hallar personal cualificado, recordó los esfuerzos regionales para mejorar la formación continua con iniciativas como el proyecto Enlaza, así como el plan extraordinario de empleo social, los incentivos a la contratación indefinida o los itinerarios integrados y específicos. Asimismo, recalcó la lucha contra el fraude y la implantación del bilingüismo, que ya se aplica en más de 2.000 niños "y con una demanda muy superior a la que podemos cubrir".

En esta línea, y dentro de la concertación social, cree que los empresarios deben tener "gestos" con subidas salariales moduladas en los convenios, aparte de volver a rechazar la reforma laboral del PP por "romper el equilibrio entre sindicatos y empresarios". También alertó de los perjuicios para el empresariado canario por los concursos públicos en los que participan grandes compañías multinacionales que hacen ofertas invencibles muy a la baja para, luego, exigir enseguida subidas y bloquear proyectos de infraestructuras claves porque, encima, existe gran presión social, como pasa con las carreteras urgentes.

El presidente remarcó que su gran meta es dejar una Canarias mejor y, a su juicio, eso se traduce en un estado de bienestar "sostenible". Por ello, subraya la relevancia de cumplir los ratios de déficit, por poder bajar la deuda desde 2018 y tener una gran calificación de las empresas especializadas, aunque no escondió los grandes esfuerzos y recortes de 900 millones regionales durante la crisis, a lo que se sumaron los que hubo nacionales (2.745 por la financiación) o los sufridos con los distintos convenios.