Consiguió dejar su nombre grabado en metal desde que competía formando parte del combinado nacional de halterofilia. Hoy, dirige el Centro Regional de Halterofilia de La Laguna, entre otros cargos como el de presidente de la Federación Canaria de dicho deporte. De su escuela, con sus consignas basadas en el conocimiento empírico, han fructificado los éxitos de los Andrés Mata, Atenery Hernández, Sheila Ramos, Ilia Hernández, etcétera, y los que quedan.

Se avecina la conclusión de un año histórico para el Centro de Tecnificación de Halterofilia de Canarias y en concreto para los componentes del Centro Regional de La Laguna...

Sí. Estamos muy satisfechos de los logros cosechados. Estamos entre los mejores clubes, así lo refrendan los competidores que aportamos a las citas de relieve dentro del calendario. Estamos de enhorabuena, ya que Ilia ha conseguido el campeonato en el Europeo de Halterofilia; Atenery consiguió varias distinciones a principio de año; en la Copa del Rey fuimos campeones y en la de La Reina, logramos el subcampeonato, eso unido a ser las primeras clasificadas de liga. Ahora viene el Mundial y tendremos nutrida representación en esa cita. Poco más se puede pedir.

Cuatro canarios estarán en el próximo mundial, tres de ellos tinerfeños. ¿Qué supone para su persona haberlos entrenado?

Orgullo y felicidad. Andrés Mata, Alejandro González, Atenery Hernández y Sheila Ramos son excelentes personas y deportistas. Tenemos el aliciente de que al haber sancionado por dopaje a países referentes en nuestro deporte, tenemos mayores posibilidades de hacernos con buenos puestos. Los veo muy motivados y con capacidad de meterse entre los mejores.

¿El Mundial 2018 supondrá un aliciente mayor que este, ya que los puntos suman para participar en los Juegos Olímpicos?

Este (el de 2017) supone un bonito reto, y más teniendo en consideración que están sancionados los favoritos; de cara al siguiente quedarán indemnes. Acerca de ello tengo mi teoría: los han sancionado en este para que puedan participar en el que da el billete para los Juegos Olímpicos. Que hayan sanciones es importante, pero que sean ejemplificadoras de verdad, más.

¿Ve en sus atletas el reflejo de usted cuando era halterófilo profesional?

De cierta manera sí, no obstante sí que palpo menor dedicación en ellos. Yo estaba "frito" por competir, sin embargo en la actualidad, con mejores talentos e instalaciones, le ponen menos ganas.

¿Cómo valora la participación de los más pequeños en este deporte?

Ahora mismo contamos con unos 40 inscritos, no obstante nos parecen pocos, debería haber más. Nos encontramos en plena crisis de valores sociales. Todo aquello que suponga disciplina y constancia se desecha, aunque dispongamos de potencialidades para destacar en ello. Otra cosa que nos perjudica son los prejuicios que existen alrededor de este deporte.

¿A qué hace referencia exactamente con esa afirmación?

La sociedad tiene una apreciación distorsionada de la realidad que supone la halterofilia; nos confunden con el culturismo. Nosotros no buscamos un cuerpo, optamos por la vida sana de nuestro atletas. Los padres se oponen a que les mostremos nuestro deporte. Buscamos antes a la persona que al campeón.