Google deberá pagar 300.000 euros por tratar sin consentimiento datos personales de los ciudadanos recogidos a través de las redes inalámbricas WiFi con los vehículos empleados en su proyecto Street View, lo que supone un incumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos.

Así lo denunció ayer la Agencia Española de Protección de Datos (AEDP), tras constatar que el gigante tecnológico captó y almacenó -sin que los afectados lo supieran y aprobaran- información relativa a correos electrónicos, códigos de usuario y contraseñas que permiten el acceso a las cuentas, así como direcciones IP (identificación de la conexión).