Un indicador del ascensor confirma que me encuentro en el nivel menos uno, se abren las puertas y empieza un recorrido laberíntico -señalado con unos letreros blancos que indican el punto exacto de la rueda de prensa- que termina en uno de los almacenes del TEA Tenerife Espacio de las Artes. Una fotografía de Óscar Domínguez (1906-1957) con un rostro taciturno sobresale por delante del punto en el que aguardan José Luis Rivero, director insular de Cultura; Aurelio González, viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias; Gilberto González, director de la XIV Bienal Internacional de Fotografía de Tenerife; Alejandra Corbera, responsable de Asuntos Corporativos y Comunicación de JTI en Canarias, y Michy Marxuach, componente del equipo curatorial adscrito a la sección oficial de Fotonoviembre y cofundadora de Beta-Local. ¡Arranca la bienal!

Rivero está convencido de que la edición que se inaugura mañana "es un punto de inflexión que va a marcar el futuro de la Bienal", acentúa el director insular segundos antes de advertir que "Fotonoviembre plantea una reflexión en torno al poder de la imagen para fosilizar un momento de la vida". Más de 200 creadores de 36 países conforman una agenda que contiene 30 proyectos expositivos que se podrán ver en 11 municipios. A partir de esa descentralización organizó una de sus ideas José Luis Rivero. "Es importante llevar la cultura más allá del área metropolitana", contó antes de entregar el turno de palabra a Gilberto González, que debuta como director de la Bienal. "Esto no es una feria de arte, no se trata de mostrar cómo se está movimiento el mercado", introdujo sin perder de vista que el objetivo con el que nace este proceso artístico "es abrir un discurso en clave de investigación que sirva para explicar el significado de la imagen".

"Kénosis", término griego que significa "vaciar la imagen de contenido" es el título de la sección oficial de una Bienal en la que convivirán otros dos bloques denominados "Autores en selección" y "Atlántica colectiva". González, eso sí, no quiso dar por finalizada su intervención sin apuntar que "estas no son unas exposiciones fáciles, sino que requieren de la complicidad del público, al que el director recomendó que se "pare delante de las imágenes y se mantenga en guardia frente a ellas", sostuvo sobre el contenido de una propuesta artística que se extenderá hasta febrero del año que viene y que en determinados casos viajará a Gran Canaria.

Aurelio González, quien mostró sus preferencias por las fotos con tonalidades blancas y negras, advirtió en el arranque de su intervención que "esa reflexión que se establece entre los espectadores y las obras expuestas es lo que mantienen vivos los discursos que se generan el ámbito cultural", dijo antes de pisar la futura ley de mecenazgo.

"Aún queda mucho terreno por caminar para fortalecer los lazos que deben existir entre la empresa privada y las iniciativas culturales con este perfil", concluyó el viceconsejero. Michy Marxuach, por último, defendió que "vivimos en un mundo pixelado en el que todo se mide a partir de la imagen y esta Bienal propone a las personas que se acerquen a ella tener una posición crítica frente a una foto".

Gilberto González

director de la XIV Bienal de fotografía de Tfe.