Las fuertes lluvias registradas ayer, especialmente en la comarca Norte de la Isla, donde se alcanzaron los 218 litros por metro cuadrado en 24 horas (Garafía), provocaron diferentes incidencias en vías por desprendimientos, cortes intermitentes del fluido eléctrico, el cierre de un colegio y la suspensión generalizada de actividades extraescolares, aunque por el contrario las cuantiosas precipitaciones han permitido almacenar agua justo cuando la sequía estaba llegando a un punto insostenible para la agricultura, con embalses casi vacíos; y para la propia zona boscosa y de medianías de La Palma, excesivamente seca para esta época del año.

El Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin) tuvo que activar sobre las 13 horas el Plan Insular de Emergencias ante el temor de las situaciones que se podían producir por la lluvia. Se cerraron las áreas recreativas y se prohibió el acceso a la red de senderos por precaución ante la caída de árboles o desprendimientos. Se instó a los ciudadanos, empresas y entidades públicas "a adoptar las medidas de autoprotección". activando grupos de seguridad, sanitarios y voluntarios.

Antes del mediodía ya se habían registrado problemas en Garafía, cuyo alcalde, Martín Taño, confirmaba a esta redacción que estaban teniendo cortes en el fluido eléctrico, así como problemas con la cobertura telefónica y carreteras con rocas en la calzada, además de cerrar el colegio de Santo Domingo. Se suspendieron actos culturales y actividades de promoción deportiva. De todas formas, "no se han producido incidentes graves", sentenciaba el regidor garafiano.

En el Valle de Aridane se volvió a cerrar de nuevo la carretera de acceso al núcleo poblacional de El Remo, en Los Llanos de Aridane, por las escorrentías que atravesaron una vez más la vía, lo que obligó a intervenir con maquinaría pesada para su limpieza. El Cabildo tiene previsto la construcción en este tramo de un pequeño puente sobre la calzada, aunque las riadas y, por ende, los cortes de tráfico se repiten tras las obras ejecutadas para encauzar el agua y el lodo después del último incendio, lo que obliga a una intervención urgente.

El agua también descendió por el Barranco de los Hombres hasta atravesar la playa de Puerto de Naos en dirección al mar. Una situación similar se vivió en Las Manchas de Abajo, mientras que personal del área insular de Infraestructuras trabajó para despejar de restos de desprendimientos las carreteras LP-4 (Roque de Los Muchachos), LP-2 (vía del Sur en Jedey-Tamanca) y en LP-1 (Cruz del Castillo-Franceses). Además, se cerró al tráfico la carretera LP-109 de Las Mimbreras que comunica las localidades de Barlovento y Garafía.

Por el contrario, la llegada de la lluvia cuando la sequía era alarmante ha permitido almacenar una cantidad importante de agua. El presidente del Consorcio Insular de Aguas, José Luis Perestelo, informó de que en La Laguna de Barlovento, en embalse de mayor capacidad, habían entrado hasta las 12.30 horas un total de 205.650 pipas (cada pipa son unos 481 litros): "están entrando unas 50.000 pipas a la hora desde Los Tilos y Garafía", subrayó cuando la lluvia era abundante.

Al agua almacenada hay que sumar el efecto de la propia lluvia caída en los campos, evitando varias regadas, y en la propia naturaleza.