El león vuelve a rugir después de tres décadas de penurias entre la Segunda B y la Tercera División. La Cultural y Deportiva Leonesa regresó el pasado verano al fútbol profesional y lo hizo de la mano de Aspire Academy, el centro de alto rendimiento deportivo más espectacular del mundo. El capital catarí entró en la entidad en 2015, justo cuando las deudas le conducían directamente y sin solución aparente al abismo. La primera inyección económica fue de 200.000 euros, la segunda de 1,7 millones y la tercera dio para el 99,7% del capital social.

Por si fuera poco, incrementó el presupuesto del equipo hasta los dos millones de euros para que el ascenso fuera un objetivo irrenunciable en el curso 16/17. Felipe Llamazares, director general de la "Cultu" y exárbitro ACB, encontró en el exjugador de baloncesto José Lasa al hombre que le iba a ayudar a salir de la crisis. Desde su cargo de abogado de Aspire, empujó en el proceso. Al frente, no obstante, se situó el que fuera responsable de planificación estratégica del Real Madrid: Iván Bravo. El ahora director general de Aspire ya tenía experiencia, puesto que había comprado el KAS Eupen belga con anterioridad.

La academia, propiedad del emir de Catar Tamim Al Thani, tenía el objetivo de formar jugadores en España con vistas al Mundial de 2022. Desde su aterrizaje en León, el flujo ha sido constante. Algunos, incluso, han debutado en el primer equipo. Esta temporada están en la plantilla Ahmad Yasser, Samu Diarra, Ahmad Moein y Ouasim Bouy.

"Recibir a esos jugadores y facilitar su integración y posterior rendimiento es un reto apasionante. Son internacionales por su país", ha dicho el entrenador Rubén de la Barrera que ya hizo debutar a tres en el transcurso de la pasada campaña. Todos los detalles están cuidados en este proceso. Issa Abdullah, coordinador de proyecto de la Academia Aspire, vela por la correcta adaptación y el adecuado comportamiento de las jóvenes promesas en León.

Pero no todo ha sido enviar o fichar jugadores desde el Emirato. Además, se han mejorado las condiciones de trabajo de la cantera remodelando instalaciones, dotándolas de equipamientos de primer nivel e incrementando la nómina de técnicos en los equipos de formación. Será por dinero. Catar se gastará 10.000 millones en la construcción de estadios para el Mundial de 2022. La joya de la corona, el Khalifa Stadium, albergará la final. Está cerca de un sinfín de campos de entrenamientos, gimnasios integrados y residencias para deportistas de la Aspire.

Mientras, crece el primer equipo de la Cultural. Sus 19 fichajes en el mercado estival dan fe de ello. La afición, ilusionada, vuelve al fútbol poblando las gradas del Reino de León. Y una filosofía "guardiolista" se exhibe en Segunda con la élite en el horizonte. "Llegaremos", susurran.