La retinopatía diabética, vinculada a un descontrol de la glucosa en pacientes con esta patología, es la principal causa de ceguera en la población de entre 25 y 65 años, ha asegurado hoy el oftalmólogo Miguel Reyes.

El Día Mundial de la Diabetes, celebrado cada año el 14 de noviembre, busca concienciar sobre las graves consecuencias que tiene la diabetes, que tiene "una alta incidencia en Canarias".

La retinopatía diabética es una enfermedad que afecta a la retina de pacientes diabéticos y que surge tras años de evolución.

"A partir de los 20 años de diabetes, el 80 por ciento va a tener algún grado de retinopatía diabética, pero es la severidad de la misma la que marca el pronóstico visual y la necesidad o no del tratamiento", ha detallado Reyes.

El problema, ha añadido, "es que muchos pacientes no saben que padecen esta enfermedad, por lo que no se puede tratar ni prevenir posibles complicaciones" y además "afecta en gran medida a una población muy joven y en edad laboralmente activa", por lo que tiene "una grave repercusión en los pacientes y familiares sobre todo desde el punto de vista físico, psíquico, social y laboral".

La patología "es irreversible", aunque "puede frenarse su evolución si es diagnosticada y tratada de forma precoz" mediante "revisiones periódicas del fondo del ojo, inyecciones intraoculares o láser en los casos más severos".

La mayoría de los pacientes "no presentan síntomas hasta los fases más avanzadas de la enfermedad" cuando se produce "un edema macular o hemorragia del vítreo, que provocan una pérdida de la agudeza visual", ha subrayado.

"Es de suma importancia llevar un buen control glucémico para retrasar la aparición de la enfermedad", según el especialista.

La diabetes, además de afectar a la retina, "también implica complicaciones en los vasos sanguíneos del riñón, los cardíacos, los cerebrales y los de los miembros inferiores, por lo que puede considerarse "una enfermedad multisistémica que requiere ser abordada desde una plataforma multidisciplinar", ha añadido.