Mortadelo y Filemón acaban de cumplir 60 años y están "llenos de achaques", pero siguen luchando contra el crimen y lo continuarán haciendo "hasta que lleguen a los 100", según dijo ayer su autor, Francisco Ibáñez, que a sus 81 años está como sus personajes, mayor pero muy activo. "Ya estoy preparando gags para cuando cumplan 100 años", desveló entre risas Ibáñez, que acaba de publicar el álbum "60 aniversario", en el que se dibuja a sí mismo calvo, sordo, con poca vista y dentadura postiza.

"Me levanto por la mañana, me veo lleno de achaques, me río y le paso mis cosas a los personajes", explicó el historietista, que en la cuarta viñeta de su nuevo tebeo dibuja a Mortadelo sordo como una tapia. Ofelia aparece en la tercera página y no puede llamar por teléfono porque tiene reúma en el dedo; después llega Filemón y, como no podía ser de otra manera, paga los platos rotos y es objeto de la furia del jefe.

Pero, como le pasa al autor, los achaques no impiden a esta pareja de detectives continuar trabajando, y esta vez viajan nada menos que a Kolea d''Aliba para intentar que el mandatario Pxing Pxong haga las paces con el presidente de los Estados Juntitos, Mr. Trompf.

"Saco personajes conocidos porque le da actualidad al librito, es como coger lechugas frescas, pero no hago crítica social ni política", aclaró el autor, fiel al estilo blanco que le ha hecho famoso. "Yo solo quiero que la gente se ría un poco, olvide sus problemas y pueda dormir bien. Estoy pensando en venderlo en las farmacias como somnífero", bromeó.

Ibáñez espera seguir haciendo reír muchos años, pero no descarta que sus personajes le sobrevivan en manos de otros dibujantes y guionistas. "Yo no soy como aquel hindú que quería que enterraran a su mujer con él, me encantaría que mis personajes me sobrevivieran, y hay muchos dibujantes mejores que yo que podrán hacerlo muy bien. Otro tema es los guiones, eso lo veo más complicado", señaló.