Las comunidades de régimen común, salvo Cataluña que declinó participar, deberán concluir esta semana su evaluación del informe de la comisión de sabios sobre financiación autonómica y emitir, antes del día 24, unas conclusiones que pasarán al Consejo de Política Fiscal y Financiera para su valoración final.

Y, precisamente, para reivindicar una financiación justa esta tarde se celebra una manifestación en Valencia, convocada por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y sindicatos por entender que esta autonomía es la peor financiada de todo el Estado, algo que también ha denunciado reiteradamente su presidente, Ximo Puig.

De esta forma, la financiación autonómica se reactiva a poco más de un mes de las elecciones catalanas y lo hace en paralelo con la financiación local, ya que el martes 21, el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, se reunirá con responsables de Hacienda para abordar la nueva regulación del impuesto de las plusvalías al objeto de que el Gobierno resarza a los ayuntamientos por la pérdida de recaudación.

Ya sobre la financiación autonómica, el pasado 2 de noviembre, y con un plazo de tres semanas, se conformó el comité técnico permanente para evaluar el informe de los expertos, comité en el que Cataluña no nombró representante como tampoco hizo en el marco de la comisión de expertos que elaboró el primer informe de financiación.

Este comité, del que tampoco forman parte las autonomías forales de País Vasco y Navarra, tiene el encargo de valorar el informe de sabios pero también de emitir alternativas distintas con un objetivo final, llegar al máximo consenso.

Así lo ha expresado esta semana en el Congreso, el secretario de Estado de Hacienda, José Ignacio Fernández de Moya, quien ha apelado al acuerdo de los grupos porque el nuevo modelo requiere el respaldo de una mayoría absoluta, al regularse a través de una ley orgánica.

En su comparecencia, el secretario de Estado ha dejado muy claro que el nuevo sistema deberá ser "simple, transparente y predecible", garantizar la suficiencia de fondos y mejorar los criterios de distribución pero, sobre todo, comprometer la sostenibilidad de los servicios del Estado del bienestar.

Fernández de Moya ha reconocido que el sistema actual "no ha convencido" y ha criticado su complejidad por el alto número de fondos, falta de claridad y respuesta ante niveles rígidos de gasto.

El secretario de Estado ha insistido en "la plena disponibilidad del Gobierno de España" a negociar un nuevo modelo de financiación autonómica.

Y ha hecho un llamamiento a los socialistas para que apoyen un nuevo modelo de financiación autonómica ya que "sin acuerdo entre el PP y PSOE no habrá reforma".

El pasado mes de julio, el comité de expertos, con representantes de todas las autonomías de régimen común, salvo Cataluña, y del Gobierno central, emitió un informe que sumó un 40 % de votos particulares.

En sus recomendaciones, los expertos apostaban porque las comunidades pudieran subir el IVA y los impuestos especiales de forma colegiada, es decir, que con un acuerdo unánime pudieran incrementar los tipos de impuesto de forma conjunta.

Además, proponían un ''fondo básico'' de financiación que estaría financiado por la recaudación del IVA e impuestos especiales y reforzar el principal fondo de reparto encargado de distribuir el dinero para sufragar los servicios públicos.

También sugerían un mecanismo para sufragar las competencias singulares que tienen algunas autonomías.

Y todo este sistema se articularía respetando la ordinalidad. Es decir, un principio que reclaman las autonomías más ricas y que consiste en que una comunidad no pierda posiciones en la clasificación de riqueza tras el reparto final.