Los catorce conserjes -llegaron a ser dieciocho pero "no se han renovado las jubilaciones", según las fuentes- que trabajan para el Organismo Autónomo de Deportes (OAD) rechazan la "privatización o externalización" de su tarea tras el acuerdo del pasado miércoles en el Consejo Rector de "aprobar el inicio de los trámites para la contratación del servicio auxiliar de portería, control de acceso, uso y recepción en instalaciones deportivas municipales de Santa Cruz".

Para los trabajadores, que se manifestaron a través de un comunicado, "dicha contratación supone un paso más hacia la privatización de Deportes y desde el 1 de enero, el personal de Conserjería dejará de prestar servicio en los pabellones y piscinas durante los fines de semana y, seguramente desde junio, serán sustituidos por trabajadores de empresas privadas".

Este proceso privatizador "se viene haciendo de forma opaca, pues ni clubes y usuarios tienen hasta ahora conocimiento, ni los propios trabajadores afectados han recibido información oficial, o sea, directa, expresa y escrita emitida por la Dirección del OAD".

Además "supone una toma de decisiones unilateral, sin negociación e incluso dejando sin validez acuerdos tomados hace años entre empresa y Comité de Empresa". El personal de Conserjería del OAD rechaza estas decisiones que "reducen sus salarios y modifican condiciones de trabajo".

Los conserjes hacen extensible este rechazo a la situación que afecta a todo el personal de Deportes, ya que, apenas a mes y medio de la disolución del Organismo Autónomo y el ayuntamiento lleve la gestión, "la plantilla desconoce cuál y dónde va a estar su puesto de trabajo a partir de enero".

No hubo ayer declaraciones oficiales, aunque fuentes municipales aseguraron que "ya está en estudio reubicarles en las porterías de acceso a los colegios".

Valoran los conserjes que "tendrá sus consecuencias sobre la imagen de la ciudad en eventos de la importancia del Mundial de Baloncesto femenino, pues se va a prescindir de personal con más de 15 años de servicio que ha mostrado su compromiso con el deporte, los clubes y los usuarios, sobre todo los fines de semana, cuando las instalaciones quedan bajo su responsabilidad y resuelven múltiples incidencias que un personal sin experiencia difícilmente podría atender".

El colectivo de conserjería "rechaza la promoción del empleo precario desde el OAD y el ayuntamiento, de lo que es ejemplo claro la reciente concesión de contrato a la empresa Ralons, propiedad de Miguel Ángel Ramírez".

Por último, "dejamos claro que estamos por el diálogo y la negociación, pero el OAD y el ayuntamiento deben dar pasos que por ahora no están dando".