Si hay una situación tecnológica que tuviera que definir lo que ocurre políticamente en el Ayuntamiento de La Laguna sería evidente que se encuentra con falta cobertura. Todo desde el respeto institucional y reconociendo, porque nosotros somos así, que hay cosas que se están haciendo bien, principalmente por el trabajo de funcionarios y trabajadores municipales.

¿De dónde viene esa situación? Muy sencillo, fundamentalmente desde finales de 2015, cuando después de las elecciones, y porque los ciudadanos lo han decidido así, no hay ningún partido que tenga mayoría absoluta por lo cual hay que buscar alianzas y grandes consensos, pero donde los pactos en cascada, que son absolutamente injustos para los intereses de los ciudadanos y muchas veces para los intereses de los propios partidos políticos, han impedido que se restablezcan mayorías estables o, a veces, alternativas. Por ahora.

Es importante dejar claro en estos momentos que los políticos somos solo y nada más que administradores temporales de lo público, y no dueños, que todavía algunos siguen sin darse cuenta. Y también, es bueno aclarar, que confunden soluciones de los problemas con propaganda pública, porque sí es verdad que los medios de comunicación son muy importantes para la democracia, pero la propaganda política debe tener poca cabida.

Opinamos que la democracia es un estado de opinión pública, y que ese estado de opinión se hace mayoritariamente en los medios de comunicación, y por tanto es verdad que los políticos y las instituciones deben estar en los mismos, pero insistiendo que no con falacias propagandísticas que se notan a la legua.

Entrando de lleno otra vez, en las vicisitudes que el Ayuntamiento de La Laguna lleva pasando más de dos años, no cabe más que la preocupación. Deuda, grúas, "zebenzuís", crisis de partidos, fuego amigo, etc., en vez de los problemas importantes que tienen los ciudadanos, y eso ha sido nefasto. Y tenemos la obligación de ponerle solución entre todas las partes implicadas.

Volviendo a la composición del equipo de gobierno, que es de una minoría muy notable, nueve miembros de la corporación frente a 27 que la forman, hace que exista una inestabilidad, que propicia un clima de alternativas evidentes entre las que se encuentra sin duda, una muy democrática como lo es la moción de censura, de forma permanente, y que da más inestabilidad aún hasta que quede solventada la mayoría absoluta definitivamente.

Representar a los ciudadanos en esta noble actividad de la política es un honor, un orgullo y una gran responsabilidad. Por eso la actuación de representante público tiene que ser absolutamente tranparente y no solamente parecerlo, si no también serlo.

El municipio de La Laguna tiene un futuro inmenso, porque no hay en el mundo ninguna Isla que tenga una ciudad Patrimonio de la Humanidad, Tricontinental, que tenga una universidad de más de 250 años, el mejor Astrofísico del mundo, un aeropuerto internacional dentro del municipio, un hospital de referencia, una naturaleza única, con monte y mar, así como un potente sector primario. Esto es lo que hay que potenciar, cuidar y mimar, y por eso el impulso de esas potencialidades es una de las vertientes fundamentales en el desarrollo.

Tenemos que hacer un municipio europeo. Los grandes problemas se solucionan no gestionando la inercia, pero sí mirando más allá de nuestras fronteras, en donde la parte social debe ser prioritaria y que nosotros lo resumimos en "que no exista un niño que no desayune por las mañanas", que los hay. Donde se tiene que defender a las pequeñas y medianas empresas, bajar los impuestos municipales, disminuir el gasto político, con un Plan General (PGO) que se hace eterno y que debería ser un instrumento de desarrollo y respeto al medio ambiente, donde todo el municipio debe ser campus universitario, y la Universidad la gran institución asesora de la corporación, con un cuidado minucioso del patrimonio y el fomento de la vida saludable en todos sus aspectos, protegiendo todas las edades de los ciudadanos por igual.

Hablar de moción de censura no es provocar inestabilidad, en nuestro caso. Puede ser positivo, pero con un programa, (no con sillones), y un candidato. Cuando un ayuntamiento se forma, en cualquiera de los aspectos que recogen las normativas que así lo rigen, deben primar los intereses de los ciudadanos. Los intereses de un pueblo. No para repartir cargos, sino para buscar soluciones a las ciudadanas y los ciudadanos que viven en La Laguna, que son los que deben sentir que se encuentran en buenas manos.

Para terminar, el Partido Popular siempre ha sido un partido de gobierno, pero nunca estaremos en la algarada ni en la farándula, pero si buscando grandes consensos y soluciones a la estabilidad. Todas las posibles dentro de la democracia. El Partido Popular de La Laguna ha cumplido, en lo que en el ha dependido, su programa electoral. Y lo ha logrado desde, por ahora, la oposición. Solo con pactos por los intereses de los ciudadanos, únicamente primando los intereses de todas y todos, apoyando iniciativas que creemos positivas sin mirar quién o qué siglas las presenta. Ojalá algunos pudieran decir lo mismo, y con tanto orgullo como nosotros. Pasión por la política.

*Portavoz del PP en La Laguna

Senador por Tenerife