Cada vez hay más. Por eso me preocupa. Hablo de los necios. De los ineptos. Parte de ellos, además, "tontos mu tooontos" que diría José Mota. Comenzar así, puede causar rechazo a mucha gente. Y con razón. Porque hay que respetar a todo el mundo. Pero, ¡ojo! no confundamos el respeto a la persona, absolutamente incuestionable, con el respeto a sus opiniones.

Para que sepan a quiénes me estoy refiriendo aclaremos el concepto: "necios son esas personas que hablan sin tener conocimiento de causa. O, directamente, sin tener conocimiento". Ineptos, viene a ser de la familia: "incapaces de hacer algo". Bueno, de hacer algo bien, quiero decir.

Como los unos y los otros son profundamente ignorantes, no dudan, lo cual los hace muy peligrosos. Y los tenemos hasta en el Congreso. Incluso les pagamos. Y les pagamos aunque no vayan. Hasta cobran cuando van y mejor si no hubieran ido. Estos rufianes de tres al cuarto, que no sé por qué tenemos que seguir soportando. Estos macarras de lengua sucia que jamás soñaron llegar tan alto y menos aún vivir tan estupendamente de ello.

Esta gentuza que tira a dar con la palabra, hasta cuando habla de urnas y votos, son un cáncer en nuestra sociedad. Esa falta de respeto no ha de ser consentida por nadie que -en sus cabales- les haya dado el voto. Porque el voto no es un cheque en blanco para hacer lo que quieran y como quieran. El voto exige responsabilidad, compromiso, entrega y... ejemplaridad. Lo de la mujer del césar. Ni más ni menos. Serlo y parecerlo.

Por favor? mediten lo que Sócrates, sí, Sócrates, escribió de su patria hace 2.350 años:

"Nuestra Democracia se autodestruye porque ha abusado del derecho de igualdad y del derecho de libertad; porque ha enseñado al ciudadano a considerar la impertinencia como un derecho; el no respeto a las leyes como libertad; la imprudencia con las palabras como igualdad, y la anarquía como felicidad".

Reléanlo una y otra vez, las que necesite, y después, díganme, mejor, díganse a sí mismos, si no parece que se ha escrito hoy y que está retratando la democracia de nuestro propio país. A poco que sepamos de historia, conocemos el régimen de tiranos que igualmente inauguraron los antiguos griegos. Y atemoriza pensar que la tiranía que se impuso para salvar aquella primitiva democracia fue la misma que facilitó tales abusos, impertinencias, falta de respeto, imprudencia y anarquía como derechos ciudadanos. Se concedieron esos derechos antes que la educación. Se regalaron los derechos y se secuestró la cultura? Justo igual que ahora. Más de dos mil años para no haber aprendido absolutamente nada. Para cometer los mismos errores básicos.

Y no culpemos a los políticos, culpémonos a nosotros mismos, que hemos elegido para ejercer el poder a los ineptos, corruptos y tiranos que nos han encandilado con los mismos inútiles y viejos cuentos de que igualdad, derechos, libertad y felicidad es pasarnos las leyes, las normas, la educación y el respeto por los forros de nuestra incultura y profunda ignorancia.

De hecho, los actuales gobernantes han aprendido más de los romanos que de los griegos. Y han utilizado el pan y circo, y siguen abusando de él, lo suficiente como para fabricar una ciudadanía ociosa, basada en el narcisismo, la voluptuosidad y el consumismo? y en el "todovale" a cambio del votociego. La norma para conseguirlo es simple: democracia toda, responsabilidad ninguna.

El problema es que nos sobran borregos y nos faltan ciudadanos. Nos sobra forraje y nos falta menú. Tenemos pienso pero no pensamos. Nos sobran pesebres y nos faltan ágoras. Sobran cuentistas y faltan sócrates? Y, naturalmente, seguimos sin ver lo que no queremos ver?

Aunque pueda parecernos intrascendente, la necedad es tremendamente peligrosa, porque es el arma fundamental del exterminio intelectual y cultural de cualquier sociedad. Por eso, debemos ser más beligerantes con los necios, porque -como estamos comprobando- poco a poco están alcanzando mayor cota de poder, y esa extensión de la necedad en el mundo puede ser el principio de nuestro propio fin. Al tiempo.

Feliz domingo.

adebernar@yahoo.es