José Luis Martí se aferró con fuerza a la primera media hora de su equipo en la rueda de prensa posterior al encuentro. "Fue igualada, con más posesión en momentos puntuales para cada equipo pero, a raíz de un contragolpe que no finalizamos, nos llega el primer gol. Después, por una desgracia, el segundo. Y eso condiciona el partido", expresó en su resumen inicial de la contienda. Luego añadió a favor de su equipo las "dos oportunidades para acercarnos en el marcador en el inicio de la segunda parte" que no se convirtieron y "lo que llega es el tres a cero".

A partir de ese momento, sí reconoció el preparador balear desesperación en los suyos. "Nos hemos desesperado, nos hemos vuelto locos y no hemos sido capaces de reconducir el partido", lamentó justificando esa "impotencia" en que al descanso "el resultado era excesivo para los méritos de los dos equipos". A eso añadió que "al ver que nuestras ocasiones no han sido goles, hemos intentado recortar en el marcador más con el corazón que con la cabeza. Y eso hizo que el equipo se partiera".

Insistiendo en la clave del 1-0, Martí sí echó en falta remate en su equipo. "En la primera mitad no hemos finalizado jugadas, las hemos acabado en alguna posibilidad. No hemos tenido la frescura en cuanto a tener ocasiones de gol, que es algo a lo que estamos acostumbrados. Hemos perdido cuatro o cinco opciones al borde del área y sin finalizar. Eso provoca el 1-0", dijo.

Cuestionado por la alineación, señaló que la idea pasaba por "reforzar el centro del campo, con Vitolo y Aitor saliendo a la presión para ser capaces de incomodar al rival. Y luego dejar la velocidad de Juan (Villar) y de Filip (Malbasic) por fuera. Por eso necesitábamos una persona que fuera capaz defender esa zona con Raúl (Cámara) ahí". El plan no salió como se esperaba. "Hubiéramos querido robar más arriba, pero no hemos sido capaces de hacerlo", concedió.

Después de 15 jornadas, algo no funciona en el Tenerife. Pero el entrenador blanquiazul se dispone a "corregir cosas para estar el viernes en la pelea de conseguir la victoria". A Martí tampoco le gustó esta derrota, "pero somos los únicos que podemos cambiar ese pesimismo por optimismo". En este sentido, recordó que "es un día complicado para todos, no solo para los aficionados. También para los jugadores, técnicos, entidad, para todo el mundo".

Al mismo tiempo, recurrió al tópico de que se trata de "una competición muy larga". Pero se distanció de un problema de entendimiento de las ideas del entrenador como detonante de la actual situación. "Ellos tienen las ideas muy claras porque para eso trabajamos durante la semana. Ahí podemos resolver dudas. El mensaje lo tienen claro. Pero hay situaciones que impiden sumar", comentó de forma algo críptica.

Sí puso énfasis en una faceta que el año pasado permitió "pegar el estirón para estar más arriba". Fue cuando el Tenerife dejó de encajar. "Cuantos menos goles recibes, mejor. Es una de las armas que te hace estar arriba. En cuanto al Huesca, destacó que "se encuentra en su momento y tiene esa confianza, que permite hacer las cosas como las tienes que hacer".

"Que cambien de idea de juego es muestra de respeto"

Rubi coincidió con Martí en que los dos primeros goles, logrados en menos de dos minutos, fueron determinantes para sumar una nueva victoria y no quiso dar protagonismo exclusivo a Melero y Cucho. "No encuentro un jugador que no dé el nivel. El trabajo de todos es muy grande, por lo que no me puedo decantar por dos", señaló. También se refirió al cambio de planteamiento del Tenerife. "Que busquen otras cosas distintas a su juego habitual muestra el respeto que tienen a nuestro equipo", deslizó. Además, se propuso mantener "los pies en el suelo" porque si no se hace, es cuando "te llevas la bofetada". Esa es la mejor manera de "disfrutar y alargar" la situación. "Ver a la gente feliz nos hace a nosotros estar feliz", comentó con una sonrisa en la boca el entrenador del líder de Segunda.