El artista Manuel Ángel Perera de Castro se ha dirigido al Ayuntamiento de Fuencaliente para exponer que desde hace dos años y medio está a la espera de que operarios municipales vayan a recoger a su taller una escultura de los Caballos Fuscos, además de abonar desde la corporación sureña los 6.000 euros netos, más 470 de IGIC, pactados de forma verbal la pasada legislatura por el grupo de gobierno de CC por su elaboración.

Perera de Castro relata en su escrito que en agosto de 2014 ofreció a la corporación la escultura "del caballo fufo o fusco, pensándolos semejantes, al mismo tiempo que presento la propuesta de compra y es aceptada".

La obra se expuso durante las fiestas de la Vendimia en el jardín lateral de las casas consistoriales, pero no fue del agrado de los vecinos defensores de una tradición cultural centenaria y seña de identidad de Fuencaliente que, desde la segunda mitad del siglo XIX, cuando fueron construidos por primera vez por Blas Cabrera Hernández (1847-1918), han formado parte de diferentes actos lúdicos y festivos del municipio, siendo preservada hasta la actualidad por un grupo de vecinos de Los Quemados. Los lugareños se quejaron porque la escultura representaba más al Caballo Fufo de Tazacorte.

El ayuntamiento pidió entonces una rectificación de la obra al escultor, que prefirió hacer una nueva "que se identifica totalmente al Caballo Fusco" (...) para dar "testimonio del acervo cultural del municipio", sostiene.

La escultura se finalizó en abril de 2015. En ese momento, "aviso al ayuntamiento para recoger la obra, pero no la vienen a buscar por temas de campaña electoral (las elecciones fueron un mes después), pero me dicen que no me preocupe que todo está OK", afirma textualmente Perera de Castro en su misiva. Después de los comicios, CC pierde la mayoría absoluta y el artista se pone en contacto con el nuevo grupo de gobierno "para que vengan" a por la escultura, "obteniendo la callada por respuesta".

El escultor, que aporta un documento firmado por el ex teniente de alcalde, Víctor Gómez, donde certifica que el encargo existió, relata que siempre ha obrado "de buena fe, aceptando los diferentes encargos de palabra" y que nunca ha tenido problemas con los ayuntamientos ni el Cabildo y pide de nuevo que el ayuntamiento se haga cargo del Caballo Fusco que mantiene en su taller.

La comunicación de Perera de Castro fue llevada a la última sesión plenaria y se aprobó, con la única abstención del concejal de Sí se Puede, Eduardo Pérez, pagar la obra e ir a recogerla, aunque sin decidir dónde se instalará. Fue determinante la intervención del secretario municipal para advertir de que si el artista reclamaba por la vía judicial, el ayuntamiento tendría un nulo margen de defensa.