Las historias de éxito suelen tener más de un protagonista, aunque a veces estén en la sombra. Los 50 años de vida de Aspronte, la primera asociación para personas con discapacidad intelectual de la isla de Tenerife, han estado llenos de logros, fundamentalmente gracias al empuje de sus equipos directivos y de las familias de los chicos, pero también a sus "vecinos". Ahora, esta gran familia empieza un nuevo reto -la renovación completa del taller ocupacional, en La Salle, que en la actualidad atiende a 90 usuarios- y el barrio vuelve a echarles una mano y, lo más importante, a demostrarles que la atención a las personas con discapacidad no es un asunto privado, sino público y que es responsabilidad de todos.

No se trata de un hecho en concreto, sino de una sensación que tiene el equipo directivo de Aspronte desde hace años. El presidente, Juan Arroyo, siente que el vecindario -desde agentes de policía hasta quienes regentan los establecimientos de la zona- conoce a los chicos que van caminando hasta las instalaciones de la asociación -algunos no tan jóvenes, aunque cariñosamente se les llame así- y se preocupan por ellos si se desorientan.

Además de ese cariño colectivo, diversas entidades colaboran de manera directa con Aspronte. Un ejemplo es el colegio La Salle. Durante los 15 meses que durará la obra del taller ocupacional, Aspronte podrá usar tres aulas, un patio y unos baños del centro, que se sitúa justo enfrente. El convenio se firmará en breve y permitirá que los chicos puedan seguir con su rutina mientras duran las obras.

Juan Arroyo agradece la atención de toda la comunidad educativa, desde la dirección hasta las familias, que se ha sensibilizado con la situación. "Si no hubiéramos contado con la aportación de La Salle, el proyecto no habría salido adelante", subraya.

El actual taller ocupacional se encuentra en una casa anexa al colegio de educación especial. Las instalaciones no cumplen con los requisitos de accesibilidad que marca la legislación actual, de ahí que los responsables de la asociación lleven tiempo intentando buscar una alternativa. El centro actual está ubicado en una vivienda que se compró hace cuarenta años. "Era lo que se podía tener en ese momento", explica Arroyo.

El primer intento de Aspronte por renovar el taller pasó por construir uno nuevo en Geneto, en un solar que les cedió el Ayuntamiento de La Laguna. El equipo directivo no estaba muy convencido de la conveniencia de trasladar a los chicos a la periferia. "El hecho de que estemos en el centro favorece muchísimo la integración", defiende Arroyo. Eso y la crisis -el proyecto era muy caro- hicieron que Aspronte acabara retomando la idea de seguir en el centro de Santa Cruz. La obra del taller costará 2,5 millones de euros y la asociación ha contado con la colaboración de distintas administraciones públicas para la culminación del proyecto. Para Arroyo, "reconducir esta idea tras seis años parada" es un éxito más, pero no solo de Aspronte, sino de todo el barrio. "Tendremos un proyecto urbano y accesible. Ya casi lo podemos tocar con las manos".

Aspronte atiende en la actualidad a unos 180 chicos a través de los diferentes servicios que ofrece. Además del colegio de Educación Especial Nuestra Señora del Carmen, cuenta con dos talleres ocupacionales -el que se va a reformar íntegramente, que forma parte del complejo de La Salle, y otro en La Orotava- y un "club de ocio" en horario de tarde, también en Santa Cruz.

Este último ha sido financiado por Cepsa a través de sus Premios al Valor Social. Además, La Caixa también hace una donación a Aspronte para que pueda financiar las actividades complementarias -respiro familiar, por ejemplo- de las familias con menos recursos, y Carrefour ha donado 30.000 euros para equipar un aula multisensorial que se inaugurará en breve.

Esta asociación de padres de discapacitados intelectuales fue fundada en 1966 y declarada de Utilidad Pública en 1972. Hoy cuenta con 200 socios y unos 1.000 benefactores que todos los años hacen alguna aportación. "No han dejado de estar ahí a pesar de la crisis. Nunca nos han dado la espalda", dice con orgullo Arroyo. Lo que surgió por el empuje de unas cuantas familias se ha convertido, poco a poco, en una seña de identidad de todo un barrio, una ciudad y una isla.

Un calendario intenso

Aspronte vivirá las próximas semanas un intenso calendario de actividades para el que todos se están preparando. En diciembre se iniciarán las obras del taller ocupacional de Santa Cruz, que se prolongarán durante 15 meses. Antes de que se ponga "la primera piedra", firmarán con el colegio La Salle un acuerdo de colaboración gracias al cual podrán usar tres aulas, un patio y una zona de baño. Aspronte también tiene previsto inaugurar próximamente el aula multisensorial que ha financiado "otro vecino y colaborador", la Fundación Carrefour. Se trata de "unas instalaciones fabulosas" que mejorarán la vida de los chicos. Para presentar el proyecto, la dirección organizará una comida con "la familia Aspronte" en el Casino de Santa Cruz. La familia incluye a todas aquellas instituciones que han estado siempre implicadas con esta asociación. Además, el desarrollo de las obras del taller ocupacional será explicado con detalle en una asamblea a todas las familias de los chicos. En el futuro, la asociación planea ya habilitar un hogar funcional para 15 chicos y paliar de esta manera una carencia que hay en la actualidad para estas familias: la falta de pisos tutelados.