La resurrección europea en Chalon no tuvo continuidad en Fontes do Sar y el Iberostar Tenerife se convirtió en la quinta víctima en el Multiusos del Monbus Obradoiro, infalible como local y en estado de gracia tras firmar el mejor arranque liguero de su historia.

Cayó el equipo de Nenad Markovic sin paliativos, ante un rival que hizo mejor su labor. El dominio del rebote y el acierto en el tiro exterior, unido a la mayor aportación de los reservas del equipo santiagués, resultaron decisivos en un duelo que marchó parejo hasta el arranque del último cuarto (54-52) y que rompió definitivamente Navarro con un triple letal (73-57).

Los dos equipos que menos puntos reciben en la ACB salieron con mucho brío y en el primer cuarto el acierto ofensivo pudo con las defensas. Tobey se erigió en el referente del equipo tinerfeño, no solo por sus ocho puntos sino por su labor para frenar a Pustovyi.

Más le costó a los hombres de perímetro de Markovic frenar de inicio a Thomas, que surtió de puntos al Obradoiro en un primer cuarto parejo, en el que el Iberostar llegó a gozar de 4 puntos de ventaja (8-12), aunque lo cerró con dos de desventaja (21-19).

Con las rotaciones, el conjunto isleño se encontró con un nuevo obstáculo, Radovic, espectacular con los 10 puntos y 8 capturas acumulados hasta el descanso (17 y 12 al final). El dominio del rebote y el control del juego correspondía a los pupilos de Moncho Fernández, que llegaron a abrir un hueco de siete puntos al comienzo del segundo cuarto (26-19) tras una canasta de Sàbat.

El Monbus siempre mandó en el resultado, con diferencias escuetas, ante un Iberostar que jugaba a tirones y que encontró en la fiabilidad en sus lanzamientos de dos puntos -11 de 16 anotados al intermedio- el mejor caudal de canastas para no perder nunca la estela.

Un dos más uno de Richotti le permitió al Iberostar recuperar fugazmente el mando a la vuelta del descanso (36-37). Fue un espejismo porque el Obradoiro volvió a recuperar el control. Un gran Ponitka, tanto en la anotación como en la penetración, fue el principal recurso ofensivo del equipo aurinegro. Llompart, el único suplente, que dio la talla, contribuyó a que el encuentro llegara apretado al cuarto final.

Subió la intensidad defensiva el "Obra" y un Navarro de dulce desde que anotó la canasta ganadora en Murcia puso la ventaja en ocho puntos (62-54, 33''). De poco sirvió el tiempo muerto de Markovic. Radovic y Llovet castigaron por dentro y Sàbat y Navarro desde fuera ante la inoperancia ofensiva de un Iberostar que soñó con reengancharse al partido con tres tiros libres de Richotti. Pero el propio jugador argentino erró un triple liberado y tras fallar otro Llompart, Navarro anotó tres puntos que dispararon la ventaja local (73-57, 37'') y dinamitaron definitivamente el encuentro.