El montaje "Lacura", de Impulso, acaparó los galardones a mejor montaje, mejor interpretación femenina, "ex aequo", y premio del público en la octava edición de los Premios Réplica de las Artes Escénicas 2017, unos reconocimientos que se entregaron en la ceremonia que tuvo lugar este domingo en la gala que tuvo lugar en el Auditorio Capitol de Tacoronte.

A propósito, Bibiana Monje considera, en relación con la ceremonia de los galardones, que "no es necesario que venga alguien a decirte que lo que haces es bueno o no", pero, sin embargo, sí entiende que cuando llegan estos premios, y a nadie le amarga un dulce, en buena medida valen para reforzar el trabajo, aunque en el fondo considere que este tipo de distinciones "ni son fundamentales, ni determinan nada".

La obra "Lacura" comenzó su andadura en París, resultado de un "working progress", en buena medida porque el codirector de la obra es de origen francés y estaba entonces involucrado en el desarrollo de un festival internacional. "Era perfecto representar la obra ante un público diferente", señala Bibiana Monje.

Desde entonces, el montaje fue viajando por distintos lugares de la geografía peninsular, rodando por diferentes escenarios. "Al principio, bien es verdad, te asaltan las dudas, y eso tiene que ver con la sensación inevitable de cuando estrenas algo que resulta arriesgado, porque te cuestionas muchas cosas".

De ese híbrido entre cordura y locura que encierra "Lacura", Bibiana Monje no esconde que "cuando más personal es algo se convierte en más universal y eso, finalmente, resulta una maravilla, en la medida que lo puedes ofrecer a más gente".

La actriz sostiene que "en esta sociedad manifestamos un exacerbado culto a vestirnos, a disfrazarnos y adornarnos con todo tipo de artilugios", y en contraposición señala que su propósito con este montaje ha sido el de "buscar la desnudez".

El hecho de exponerse de una manera tan descarnada, desde la esfera más íntima de lo familiar hasta el espacio de lo social, lo traduce como "un acto de honestidad y de valentía conmigo misma" y, desde ese comportamiento, estima que "el egoísmo supone la manera de ser más generosa con el espectador. Al viajar hacia mí misma me he encontrado al público de frente, con el otro".

Una obra como "Lacura" representa un trabajo "personal y profesional" en el que interviene un equipo de personas que son capaces de dar forma y explicar "este mundo interior a partir de una clave escénica", aunque de fondo se percibe mucho de trabajo en soledad. "Estuve durante siete meses elaborando el texto", dice Bibiana.

Lo cierto es que "Lacura" transciende las tablas y alcanza la dimensión de texto escrito y es que, al fin y al cabo, "se trata de dramaturgia, de literatura, y está funcionando muy bien. Me han solicitado libros desde Latinoamérica, de Estados Unidos, París...", dice la autora.

En clave de espectadora, Bibiana Monje reconoce que demanda que una propuesta, sea del ámbito que sea, "resulte honesta; cuando el director o el actor dicen lo que quieren, yo soy de las que se remueven en la butaca".

Y en este sentido reflexiona así: "Estamos viviendo una época tan artificial que hasta llegamos a despistamos por cualquier cosa, por banal que resulte, y se requiere volver a lo más básico. Un simple abrazo, por ejemplo, representa una auténtica revolución".

Más allá del trasfondo que encierra una pieza como "Lacura", que pone en cuestión los convencionalismos familiares y sociales, Bibiana Monje destaca que, sobre todo, "me apasiona el ser humano, por el potencial que encierra; investigar en esa vertiente y es el camino que he encontrado".

De ahí que llevarlo a la escena "representa un juego para seguir investigando y compartirlo. Desde mi perspectiva resulta básico reflexionar sobre todo aquello que parece estar aparentemente claro con la intención de revisarlo".

Ahora anda metida en varios proyectos. Uno de ellos, la película "Puenting"; también con el guion de una segunda cinta cinematográfica, mientras masculla un nuevo montaje teatral.

Bibiana Monje

actriz