Los chicos se hicieron esperar por algún problema de la guagua que les trasladaba. Pero cuando aparecieron con sus gorros de Papá Noel puestos por un lateral del paseo Borges Salas, en el parque García Sanabria, todos quedaron prendados. Porque representan el espíritu de la Navidad y protagonizaron el tradicional acto de plantar flores de pascua. En este caso, a los pies del busto de Leonor Pérez, la madre del prócer cubano José Martí.

Allí los esperaban, entre otros, el alcalde, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga.

Hadja, Ian, Robbie, Celso, la locuaz Lucía... Así hasta 21 alumnos de un centro especializado en niños con discapacidad auditiva. De entre Primero y Sexto de Primaria. Además de esa característica sus nombres indican la multiculturalidad del centro, tal y como corroboraban sus rasgos físicos. Tres maestros y varios estudiantes de Magisterio en prácticas los acompañaron ayer.

Bermúdez incidió en que el acto "es el primero relacionado con la Navidad y se trata, de una manera simbólica, de dar la bienvenida a la campaña tan especial de esta época del año con la plantación de casi 50.000 flores de pascua -49.500 para ser exactos- que adornen la ciudad de una manera tradicional. Ahora solo cabe pedir que la ciudadanía las cuide y respete porque están ahí para el disfrute de vecinos y visitantes".

Arteaga, por su parte, dialogó con los críos con el respeto a lo que es de todos como principal argumento. Especificó que la campaña "está dentro del contrato con parques y jardines. Casi 50.000 ejemplares se repartirán durante las próximas tres semanas por las zonas verdes de los cinco distritos. Un equipo formado por una docena de personas se encargará de realizar esta tarea".

Los operarios empezaron su labor la semana pasada en la rambla de Santa Cruz y, ahora, prolongarán su acción durante los días laborables hasta la tercera semana de diciembre. Desde ayer, la plantación continúa por toda la zona centro de la ciudad.

El grupo de críos casi se confunde con los varios de extranjeros que visitaban el parque y, tras "flipar" con el Reloj de Flores, alababan su belleza. La ciudad ya empieza a lucir y "oler" la Navidad.