Los apicultores de Canarias salieron de la economía sumergida hace algunos años. Por eso en las Islas pasamos de seis mil a treinta y seis mil colmenas. No porque a la gente le diera por poner abejas como locos, sino porque decidieron aflorar lo que era una segunda actividad, una afición que daba unas perritas para la economía familiar. Más de uno se está arrepintiendo.

Cuando la política entra es para quedarse. El Gobierno de Canarias decidió subvencionar, con dinero europeo, la abeja negra canaria. Que en realidad no es canaria, porque es ibérica. La hibridación de las abejas en todas las Islas es tan grande que cuando se quiso hacer el mapa genético de los bichos sólo se encontró una diferencia endémica en las abejas palmeras;. O sea, que también las abejas de La Palma son una cosa especial.

La subvención a la abeja "negra canaria" viene a ser de unos veinticinco euros por colmena. Da igual que muchas abejas negras sean genéticamente sean menos canarias que las empanadillas de Encarna. Son negras y dan el pego. Las "negras", además, producen menos miel que otras especies. Mientras que con la primera se obtienen unos quince quilos de miel por colmena, con otras abejas, como la alemana, se pueden conseguir más de setenta kilos. Como la vida misma.

¿Por qué se subvenciona a las abejas? Pues porque son fundamentales para la polinización de nuestras plantas. Lo que implica que el color del bicho es exactamente igual. Así que el dinero destinado a la abeja canaria tiene una connotación puramente política: conservar "lo nuestro".

El otro día se celebraron una pruebas para seleccionar dos plazas de clarinetistas para la orquesta de la Academia Ópera de Tenerife. Se presentaron seis músicos. Cuatro eran de Tenerife y dos de fuera. ¿Quiénes resultaron elegidos? Correcto, los canarios no. Y usted dirá: hombre, normal; si no eran los mejores ¿por qué se va a elegir a los canarios?

Bueno, pues una de las dos cosas está mal. O lo de las abejas negras o lo de los clarinetes. Porque si las abejas alemanas producen más miel y trabajan más, lo que hace pensar que incluso polinizan más que sus hermanas negras canarias, que por lo visto son unas gandulas, ¿a cuenta de qué se está destinando el dinero a la especie supuestamente autóctona? Pues porque se quiere conservar. Y si esto es así, ¿no sería también de recibo que se hiciera algo por conservar a los músicos canarios discriminando un poquito en su favor aunque produzcan menos miel, al igual que se hace con las abejas negras aunque tocan peor el clarinete? Bueno, o al revés.

Se puede estar por la libre competencia y que gane el mejor. Y a freír puñetas. O por proteger lo nuestro. Pero estar por las dos cosas al mismo tiempo es un poco confuso, creo yo. Que me perdonen las abejas pero no lo entiendo.