El hotel Neptuno vuelve a tener problemas en su tapiado. Una puerta de la parte baja que había sido sellada con bloques -y de la que ya habían alertado desde la zona hace meses- está abierta de nuevo, con lo que permite el acceso al interior de un inmueble que ha generado sucesivos incidentes durante años.

Hasta ahora, el último episodio que trascendió públicamente tuvo lugar a finales de mayo, cuando en la misma semana se declaró un incendio y un grupo de personas fue fotografiado días después dentro de la instalación, que llegó a contar con éxito en los días gloriosos del turismo en la Comarca Nordeste.

A la vez que el tapiado de la puerta ha sido derribado, también está abierto uno de los balcones orientados hacia la Punta del Hidalgo, en el extremo opuesto a donde se ubican unos "bungalows" en los que han intervenido varios grafiteros reconocidos.

En 2015, la Gerencia de Urbanismo requirió al dueño la "completa rehabilitación" o que demoliese la construcción, así como que adoptara medidas cautelares: el desmontaje de las cristaleras de la parte alta del edificio y la retirada de las que estaban rotas, la limpieza del lugar, el tapiado con bloques de hormigón de todos los huecos -y mantener bien cerradas las puertas y ventanas-, la ejecución de un cerramiento de dos metros de altura (o colocar portales en los accesos para impedir la entrada a la parcela de personas y vehículos), e instalar carteles de advertencia por riesgo de desprendimiento en la ladera. Según los cálculos, el coste total rondaría los 31.000 euros.

Actuaciones de los bomberos ante varios incendios y la presencia de okupas acabaron llevando finalmente, tras recibir la correspondiente autorización judicial, al Ayuntamiento de La Laguna a anunciar que asumiría subsidiriamente los trabajos, esto es, su realización y posterior traslado al propietario de los gastos.

Todo esto se produce debido a que desde la propiedad del inmueble, según indicaron meses atrás, han recibido varias ofertas de compra, si bien ninguna ha terminado de salir adelante, con lo que el problema se ha ido manteniendo en el tiempo. Por aquel entonces, la Asociación de Vecinos Gran Poder de Bajamar reconoció que era un asunto complejo. "Nosotros ya hemos hablado con todas las autoridades, todo el mundo está al corriente y la situación sigue ahí...", expresaba su presidente, Andrés Padilla, que en repetidas ocasiones ha sostenido que el futuro del pueblo depende en parte de la recuperación turística.