España debe ser capaz de anticiparse o sumarse a la revolución, también económica y laboral, de la inteligencia artificial y los macrodatos o "big data" pues, de lo contrario, se quedará fuera de juego como le ha ocurrido ya con la fabricación de teléfonos, ordenadores y servicios de red.

Así lo aseguró a Efe el miembro del Comité de Sabios del Gobierno para la Inteligencia Artificial y el Big Data Javier Plaza, para quien la protección de los datos personales es "un derecho" que se debe respetar "teniendo siempre presente la máxima de que los derechos fundamentales prevalecen sobre la tecnología".

En una entrevista concedida tras su nombramiento como asesor del Gobierno, Plaza señaló además que es cada vez más necesario "crear pautas y utilizar herramientas de seguridad" para proteger la información y los datos tanto de ciudadanos como de empresas.

Este catedrático de Derecho Civil en la Universitat de València y director y fundador de la revista Aranzadi de Derecho y Nuevas Tecnologías señaló que estas medidas deberían incluir "la formación e información" a la sociedad, además de "prevenir, evitar y perseguir los posibles usos nocivos e inadecuados que las personas quieran hacer con esta nueva tecnología".

El comité al que pertenece tiene como objetivo la elaboración de un Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial y Big Data en un plazo de seis meses que contendrá un análisis general sobre "las implicaciones sociales, éticas, jurídicas y sociales" y sobre el impacto que esto puede tener en las empresas y el sector público.

Según Plaza, su función se centrará en proponer mecanismos de protección legal de los productos y servicios derivados de estas tecnologías con el fin de que sea "un derecho que promocione y favorezca esta nueva realidad en el tráfico económico y jurídico".