La violencia machista ha segado la vida de 917 mujeres en los últimos catorce años, la última en la mañana de ayer en Vinaroz (Castellón), que eleva a 45 las víctimas mortales este 2017, un año que arroja además la cifra más escalofriante de menores asesinados: 8, con lo que son ya 23.

Con el último crimen machista, el de una alemana de unos 35 años tiroteada por su expareja y perpetrado a las puertas de la conmemoración, hoy, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el número de asesinadas supera el de todo el año pasado, cuando se contabilizaron 44.

Sin embargo, la cifra podría aumentar, pues otros tres casos permanecen aún en investigación, los ocurridos en Redondela (Pontevedra), La Llagosta (Barcelona) y Mogán (Las Palmas).

Así, y a la espera de que finalice, 2017 no sería el año más mortífero para las mujeres desde que arrancaron las estadísticas oficiales en 2003: en 2008 fueron asesinadas 76, tres más que en 2010 y cuatro más que en 2004.