La edil de Urbanismo del Ayuntamiento de La Laguna, Candelaria Díaz, informó ayer a los vecinos de San Lázaro sobre la posición de la corporación con respecto a la instalación de una distribuidora de gas propanado en el pueblo, una postura que se ha traducido en alegación y que se resume en el "total rechazo al proyecto por su incompatibilidad urbanística", primero, y por el acuerdo plenario del 17 de abril de este año "en el que por unanimidad los miembros de la corporación" por el que se rechaza cualquier plan "sin un estudio pormenorizado de presente y futuro de esta fuente energética en el territorio".

La información adelantada por EL DÍA el pasado martes 21 recorrió como la pólvora en uno de los pueblos más reivindicativos de La Laguna, con lo que la AV San Lázaro convocó de urgencia una asamblea que determinó la vuelta a la lucha reivindicativa con las históricas banderas verdes que han dado más de un quebradero de cabeza en el pasado a los distintos alcaldes.

Además, reclamaron "estar presentes en cualquier reunión interadministraciones que se celebre" e, incluso, pidieron una reunión en el propio centro ciudadano con técnicos y responsables políticos del Gobierno de Canarias. Además, solicitarán a los vecinos la presentación de alegaciones contra el proyecto. Sin duda, se abre otra etapa reivindicativa en San Lázaro.

Pero antes de las resoluciones de los residentes, la responsable de Urbanismo fue invitada por la asociación para informar sobre el proyecto del gas y la propia posición corporativa sobre la intención privada de instalar la planta distribuidora.

Y Díaz se tuvo que remangar la camisa porque los vecinos venían armados de preguntas, algunas veces de difícil respuesta, por un posicionamiento poco racional de un sector que lejos de escuchar y dejar explicar, se perdió en gritos y en una batalla dialéctica que hizo incómoda la reunión para la otra parte de los presentes que sí estaban dispuestos a debatir.

En este caso, una de las primeras cuestiones acerca del proyecto fue el posicionamiento del Ayuntamiento de La Laguna sobre el gas y sobre ello se criticó "que CC está gobernando en el Cabildo y el Gobierno de Canarias y el ayuntamiento puede jugar a tres bandas con todo ello. Puede decir en un momento dado que el Ejecutivo regional lo impone o, incluso, el Cabildo, con lo que no valdrá la posición de la corporación", llegó a advertir un directivo vecinal.

La respuesta no se hizo esperar y Díaz, con mucha tranquilidad, apuntó que "soy concejal de La Laguna y tenemos herramientas urbanísticas para impedir la instalación en esa zona, ya que ocuparía suelo clasificado Rústico de protección de la Agricultura Tradicional de Interés Estratégico. Es así de sencillo", dijo.

Pero estas sencillas explicaciones dieron pie a otras preguntas y algunas acusaciones en la línea de "querer favorecer" a supuestos empresarios que estaban detrás del proyecto, una cuestión que Díaz rechazó de pleno. Y más allá de eso apuntó que "la instalación no se puede hacer y si no me cree ya es una cuestión de confianza y contra eso no puedo hacer nada", señaló la edil.

En varias ocasiones apuntó la misma respuesta hasta que la asamblea degeneró por completo, hasta tal punto que una integrante de la asamblea directamente no le dejó responder a nada y se dedicó a mezclar temas de forma inconexa entre gritos y aspavientos que al final derivaron hasta en la crítica de parte de los propios integrantes de una asamblea muy poco populosa.

Gritos y reproches

A la conclusión de la asamblea varios vecinos participantes, así como miembros de la AV San Lázaro, se mostraron disgustados por la actitud de unos pocos, que a base de gritos y acusaciones "reventaron" un foro en el que se deberían haber debatido posicionamientos del pueblo contra la introducción de una planta de distribución de gas en los terrenos de Pavimentos Italianos. Los gritos, reproches, la falta de diálogo y las posiciones encontradas "echaron" a una gran mayoría de vecinos que querían debatir y a los que los gritos impidieron tomar una posición clara vecinal contra el gas.