Científicos rusos examinan bacterias vivas del espacio exterior halladas en la superficie del segmento ruso de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).

Las bacterias están siendo estudiadas en la Tierra, pero lo más probable es que no representen ningún tipo de peligro, según ha declarado a la agencia TASS el cosmonauta ruso Anton Shkaplerov.

El cosmonauta explica que durante las caminatas espaciales de la Estación Espacial Internacional en el marco del programa ruso, los cosmonautas tomaron muestras con bastoncillos de algodón de la superficie externa de la estación.

En particular, tomaron sondas de lugares donde se produce acumulación de desechos de combustible durante la operación de los motores o en lugares donde la superficie de la estación es más oscura. Después de eso, las muestras fueron enviadas a la Tierra.

"Y ahora resulta que de alguna manera estos bastoncillos revelan bacterias que estuvieron ausentes durante el lanzamiento del módulo a la Estación. Es decir, han venido del espacio exterior y se han asentado a lo largo de la superficie externa", ha detallado el astronauta ruso, que dice que las muestras se están estudiando y no parecen representar "ningún peligro".

Algunas bacterias terrestres también sobrevivieron en la superficie externa de la estación espacial, aunque permanecieron dentro de un vacío espacial durante tres años. Además de eso, experimentaron cambios bruscos de temperatura de -150 a más de 150 grados Centígrados, según señala Shkaplerov.

Las bacterias fueron llevadas a la estación espacial accidentalmente en ''tablets'', junto con varios materiales que se colocan a bordo del ISS durante largos periodos para estudiar el comportamiento de los materiales en el espacio exterior.

Shkaplerov será el jefe de la nueva tripulación de la estación espacial, que despegará hacia la Estación el 17 de diciembre.