El papa Francisco consideró que "nadie puede ignorar la gravedad" de la situación de la minoría musulmana de los rohinyás y pidió que la comunidad internacional "tome medidas eficaces para hacer frente a esta grave crisis", en su primer discurso en Bangladesh.

"No sólo trabajando para resolver los problemas políticos que han provocado el desplazamiento masivo de personas, sino también ofreciendo asistencia material inmediata a Bangladesh en su esfuerzo por responder eficazmente a las urgentes necesidades humanas", dijo el papa en su discurso a las autoridades.

El papa volvió a evitar pronunciar el término rohinyá, al hablar de la minoría musulmana perseguida por Birmania, y se refirió a ellos como "a los refugiados llegados en masa del estado de Rakáin", en la alocución que pronunció ante las autoridades en el palacio presidencial de Dacca, donde llegó hoy procedente de la actual Myanmar.