Reconocida por los suyos y de otros grupos, la diputada conejera Loly Corujo ha dado un salto en la política canaria que no parece tener fácil reversión. Convertida ya en portavoz del grupo parlamentario, está convencida de que, en 2019, habrá presidente socialista y subraya que, de ser ya así, no se desaprovecharía una subida presupuestaria de casi mil millones, que es la que habrá en 2018, para no dar un giro en el modelo de protección social, lo que concibe como una clara ocasión perdida.

¿Le costó tanto decidir dejar la Alcaldía? ¿Descarta volver a presentarse a escala local o al cabildo?

Claro que me costó. No es sencillo, pues es el pueblo en el que nací y crecí, y no hay mayor orgullo que eso para cualquier político, pero también es cierto que era un momento clave de la política canaria. Han sido 6 años maravillosos que me han permitido evolucionar en lo personal y político. El secretario regional me lo pidió y, tras una reflexión importante, tomé la decisión y creo que es buena para San Bartolomé, Lanzarote, Canarias y el PSOE.

O sea, lo local e insular ya quedan atrás en su trayectoria?

No, siempre estaré a disposición de lo que el partido crea mejor. Las decisiones sobre lo local e insular ya se tomarán en su momento; aún no he dejado la Alcaldía, pero lo haré en breve y me dedicaré en exclusiva al Parlamento canario.

Pero sí que es lógico que, tras este salto, sea la candidata regional por Lanzarote en 2019?

Esa decisión, como tantas, no toca ahora. No obstante, en ningún caso pensaba dejar la Alcaldía y tuve que hacerlo; es decir, la política depende de muchos aspectos y no se puede hacer una previsión pues no sabemos qué será lo mejor para el PSOE y los sitios donde nos presentamos, donde queremos los mejores perfiles.

Con su designación como portavoz, ¿nota resquemor en algún diputado, en Patricia Hernández, por ejemplo, o hay unidad?

Realmente, hay unidad. Sé que es difícil, desde el punto de vista mediático, entender que estos cambios se dan y que los cargos orgánicos los asumen con naturalidad porque así entendemos el partido. Tanto con Patricia como con el resto de compañeros tenemos una magnífica relación, en lo personal y político. Somos parte del mismo proyecto de un gran partido, donde las cosas que no se comparten se resuelven en lo orgánico sin problemas. Tenemos un gran grupo, con muchas ganas de trabajar, muy comprometido y cuya labor está haciendo encomiable.

Desde la llegada de Torres, se habla de nuevo idilio, acercamiento o, al menos, distensión del PSOE con CC, ¿es esto real o una distorsión mediática que no se da?

No solo no se da, sino que esa campaña ya se hizo cuando las primarias contra Ángel Víctor y no me extraña que sigan con esa tesis. Muchos partidos no han entendido que el PSOE ocupa un papel primordial en la política canaria desde la centralidad, ya que los asuntos claves dependen de su posición y acuerdos. Supongo que ésa es la preocupación de algunos.

Esa distensión se apuntó con la supuesta destitución de Lavandera como portavoz presupuestario, algo falso, pero, sobre todo, con la RTVC o con lo expulsión de Abreu como guiño a CC en La Laguna: ¿vuelve a fallar el PSOE al comunicar cuál es su ubicación?

No es un problema de ubicación, sino de que todos los ojos estuvieron puestos en algunas de nuestras decisiones. La más polémica, mediáticamente, que no social, ha sido la de RTVC, cuando hemos dicho por activa y pasiva que la gestión del presidente es absolutamente inaceptable y que tiene que dimitir. No obstante, lo inconcebible es que, durante más de dos años, el PP, con el beneplácito de NC, ha bloqueado la renovación del consejo, lo que nos permitiría elegir a un presidente infinitamente más democrático. El PSOE cree que resulta mucho mejor hacerlo con 5 miembros que con 3, y lo que hemos hecho es reivindicar nuestro segundo representante en función de las elecciones de 2015 para, a partir de ahí, renovar la presidencia, que es algo absolutamente razonable.

Claro, pero es que han estado dos años sin proponer a nadie para esa vacante: ¿eso es solo achacable a la etapa de la gestora y a la de un secretario regional ausente?

Hemos pasado un proceso orgánico y de dirección del partido difícil hasta el congreso, pero la prueba de que esos otros partidos no tenían voluntad de renovar el consejo es que se abstuvieron en el último pleno y hay que convocar otro dentro de un mes. Y esto es así porque, en realidad, no ha existido una preocupación sincera por el futuro de la RTVC, y eso se ha notado en todas sus decisiones y tendrán que explicar los motivos. El otro día le escuché decir a Román Rodríguez que nunca han apoyado a los candidatos de PSOE y CC y esto es muy curioso cuando convocaron un pleno para destituir a Negrín y elegir entre dos candidatos no planteados por ellos. Son contradicciones importantes que se han visto en este último mes intenso con esta polémica. De todos modos, estoy convencida de que, más pronto que tarde, se normalizará esta situación, aunque tengo claro que nuestra posición siempre ha sido coherente.

Esa posición defiende unos informativos públicos: ¿hay tiempo para propiciarlos o habrá que esperar 8 años tras el concurso?

En la ponencia marco, fue solo el PSOE el que apostó por eso, mientras que el PP votó en contra; lógicamente, CC también, NC se opuso y Podemos se abstuvo?

No, Podemos les apoyó?

Efectivamente, en eso en concreto nos apoyó. Lo que quiero decir es que, en este tiempo, hemos definido nuestro modelo de RTVC y, si hay de verdad voluntad política del gobierno y los grupos, habrá opciones para hacerlo, siempre que sea de forma coordinada y con absolutas garantías, aunque eso ya no depende del PSOE. Creo que nos merecemos unos servicios informativos 100% públicos, pero, desgraciadamente y como ocurre muchas veces, nos encontramos con un procedimiento judicializado y muy complejo, en el que determinadas empresas han presentado recursos, medidas cautelares, información que sale en prensa y que es documentación requerida, informes de Fiscalía? Lógicamente, todo eso se tendrá que resolver en ese ámbito jurídico y tendrán que dar las explicaciones debidas sobre una situación del ente que fue la que fue en el mandato pasado y, en éste, resulta también bastante discutida.

Entre sus enmiendas al presupuesto de 2018, plantean cambios hacia partidas sociales por 85 millones y, de ellas, 50 para pensiones no contributivas: ¿por qué no propusieron algo así para esas pensiones al cogobernar un total de 6 años, de 2011 a 2016?

Es que, en estos momentos, tenemos unas cuentas históricas y debemos felicitarnos todos, pues son 983 millones más. Sin embargo, lo que realmente tenemos es una ocasión, una oportunidad histórica, pero perdida para plantear otro modelo de protección social. En el presupuesto de 2017, que también elaboramos y, por eso, apoyamos, había 983 millones menos y ahora percibimos en el Gobierno un más de lo mismo. Por eso planteamos un esfuerzo de 50 de 983 millones para pensiones no contributivas, que beneficiarían a más de 43.000 personas que perciben solo 390 euros, y eso les reportaría poco más de 100 al mes. Y no se puede decir que es una competencia autonómica, pues todos sabemos que eso se ha modificado y que comunidades como Andalucía, Aragón, Cataluña, la Valenciana, Baleares, el País Vasco, Castilla La Mancha y no recuerdo si alguna más han aprobado este complemento para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. Esto nos parece de una insensibilidad absoluta: que un gobierno con un aumento presupuestario tan significativo rechace una propuesta así, y más teniendo que celebrar hace poco un pleno extraordinario para analizar que el 44% de la población está en pobreza o en riesgo de exclusión social.

CC tilda esto de oportunista y demagógico, y lo aplica también a la educación de 0 a 3 años y lo pedido por el PSC, al creer que son ámbitos a resolver por el Estado: ¿no tiene Canarias margen en esto?

Hay margen sin ningún tipo de duda, pero el problema es que a algunos esto de reforzar la educación de 0 a 3 o la dependencia no les interesa porque no está en su modelo ideológico, y eso que estamos en la cola en las dos materias. A este Gobierno de CC siempre le gusta compararse con el País Vasco y resulta que, ahí, la educación de 0 a 3 años tiene ya un aplicación del 43% y nosotros estamos en la cola, como en todo lo que tiene que ver con protección social. Es solo cuestión de voluntad. Por ejemplo, presentamos una enmienda de 10 millones para ayudar a familias que ingresan menos de 24.000 euros a sufragar sus gastos y esto, con la realidad económica a favor que hay, es posible si existe voluntad, pero el Gobierno no cree ni en la dependencia, ni en las pensiones no contributivas ni en la educación de 0 a 3 años.

Hay entidades y hasta voces en el Gobierno que cuestionan el estudio que habla del 44% de pobreza porque, de ser cierto, sostienen que, en realidad, habría revueltas en las calles canarias: ¿se creen esos datos? ¿Qué piensan de los criterios del análisis?

Cuando se cuestiona la realidad en la que viven los ciudadanos, con estudios absolutamente reconocidos en el ámbito nacional, eso supone la deshumanización total de la actividad política, es como si viviéramos en una realidad paralela. Con el plan contra la pobreza, y con esos 15 millones nuevos, el PSOE propone unos ejes de actuación para un a acción de choque. Por ejemplo, incrementar la PCI un 2,4%, y no el 1% del Gobierno, porque nuestro objetivo es que, de forma progresiva, se acerque al salario mínimo. Hablamos también de un plan para emergencias sociales, fundamentalmente en los municipios, donde los alcaldes tienen que afrontar situaciones dramáticas de familias, aunque se cuestione su realidad. Por eso, proponemos que haya una disponibilidad del 100% para las localidades del Fondo Canario de Financiación que permita dotar de una gran partida para emergencia social, de forma que esos 15 millones se pueden incrementar de manera significativa por los consistorios y cabildos. Y resulta que, para hacer rotondas y carreteras con el Fdcan, el Gobierno fue el primero en liderarlo, pero lo que le exijo a Clavijo es que cambie y lidere también esta realidad social dramática que hay en Canarias, por la que deberíamos sentirnos avergonzados y obligados a trabajar coordinadamente con los cabildos. También queremos dotar al Comisionado de la Pobreza con más de 3 millones para actuaciones específicas de protección social.

Vale, pero ¿el PSOE no debería sentirse corresponsable de esas cifras por sus años de gobierno?

A ver, nos tocó gobernar 6 años tras 20 de CC y PP, y vivimos situaciones dramáticas, también desde el punto de vista presupuestario. Ahora, tenemos una oportunidad histórica perdida tras 6 años con recortes también históricos. No podemos comparar las dos etapas. Pero parece que tenemos memoria a corto plazo y ya olvidamos los recortes de la mayoría absoluta del PP, cuando desapareció el PIET, los convenios de infraestructuras turísticas, los de centros educativos, sanitarios? Recortes de mucho más de esos mil millones de ahora y que tuvimos que afrontar desde la responsabilidad y manteniendo la gestión en educación, que fue reconocida por toda la comunidad educativa, o en Sanidad, con el consejero Morera exigiendo más presupuesto para que el gasto real fuera coherente con el inicial. Hicimos un trabajo magnífico en listas de espera; en dependencia dimos de alta a muchísimas personas y, además, afrontamos la deuda con los dependientes a los que ni se les pagaba. Fue una gran gestión y ahora hay una ocasión que no tuvimos hace apenas un año con una subida de mil millones que supone un antes y un después y que debe tener, sin duda, acento social.

¿Ha estudiado las enmiendas conjuntas de CC, PP y ASG?

No hemos tenido tiempo para verlas de forma rigurosa, pero, sin duda, lo haremos y nos pronunciaremos pronto. No obstante, el PP plantea una reforma fiscal con acento liberal y tiene ya el visto bueno de CC, cuando nosotros apostamos por una de tipo claramente progresivo.

Reforma liberal y habla también de diferencias ideológicas con CC: ¿nunca más pactos en cascada?

Siempre he planteado que los pactos en cascada no funcionan. Debemos circunscribirnos a la realidad de cada isla y de municipios en particular. Esto lo debatimos mucho en nuestro congreso y creo que es lo que tenemos que hacer, pues no se pueden imponer pactos cuyo resultado hemos visto.

Con año y medio para las elecciones, ¿es partidaria de cambiar gobiernos si caben otras mayorías?

Los acuerdos que funcionan se deben mantenerse por responsabilidad, aunque es obvio que el regional no se pudo porque el PSOE no podía tolerar ni un minuto más la deslealtad permanente de CC. No obstante, romper pactos donde funcionan sería inaceptable.