El expresident Carles Puigdemont y sus exconsellers serán detenidos en España en cuanto entren en nuestro país, pero cualquier otra orden de detención contra ellos, internacional o europea, ha sido anulada y son por tanto libres de ir a cualquier territorio, según el juez del Supremo Pablo Llarena.

El magistrado ha dictado una providencia aclarando el auto de esta mañana en el que retiraba las Órdenes Europeas de Detención dictadas contra Carles Puigdemont y los exconsellers Antonio Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí.

En dicha providencia puntualiza que en el auto dictado acordaba solo la retirada de las órdenes europeas de detención, pero que debió añadir también la anulación de las órdenes internacionales de arresto.

Eso supone que, fuera de España, no hay reclamaciones penales contra Puigdemont y sus exconsellers por ninguna imputación.

La decisión del juez se ha dictado para evitar que el posible procesamiento de Puigdemont y los otros quede condicionado por los delitos contenidos en esas órdenes de detención.

Con esta providencia queda claro que al anular aquellas órdenes de detención, dictadas por quien en aquel momento era la magistrada competente del asunto, Carmen Lamela, el juez del Supremo ha retirado también las órdenes internacionales destinadas a las fuerzas de seguridad.

Una orden de detención obliga a las fuerzas de seguridad a arrestar a un sospechoso y ponerlo a disposición de las autoridades judiciales del país en cuestión. A partir de ese momento, se dicta la orden judicial, que en este caso fue la orden europea destinada a las autoridades de Bélgica.

Una y otra órdenes van, de este modo, unidas, y al retirar una debe anularse la otra. De este modo, la providencia del juez viene a corregir una carencia de su auto de esta mañana.