"Yo no he cometido ningún error, en todo caso, el error es no haberle cortado la cabeza a mi mujer", es la advertencia que un arrestado por violencia machista, condenado ahora a tres años y cinco meses de cárcel, hizo en los calabozos a la Ertzaintza tras ser detenido por intentar agredir a su compañera.

Los hechos sucedieron en noviembre de 2016, en un domicilio de Irún, cuando el procesado comenzó a "humillar" a su pareja, al decirle: "No sirves para nada", "chivata" y "so puta", a la vez que amenazó con matarla.