La nueva normativa contable internacional obligará a los bancos europeos a aumentar las dotaciones a provisiones de los créditos en una media del 13 %, según las estimaciones de la Autoridad Bancaria Europea, lo que en el caso español equivaldría a unos 2.600 millones de euros.

Este cálculo se basa en las dotaciones realizadas en 2016 por las entidades españolas, que ascendieron a unos 20.000 millones de euros, según los últimos datos disponibles, aunque conviene tener en cuenta que se trata de cifras aproximadas.

Esta es una de las novedades de la nueva circular contable de las entidades de crédito aprobada por el Banco de España, que entrará en vigor el 1 de enero de 2018 en sustitución de la Circular 4/2004 y que hoy publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), con el objetivo de robustecer la contabilidad del sector.

La norma establece que las provisiones que tendrán que dotar los bancos por los créditos concedidos se calcularán en base a las pérdidas esperadas y no a las ya incurridas como hasta ahora, para lo que se utilizará información prospectiva, que se construirá con previsiones macroeconómicas, sobre la evolución de los tipos de interés o del precio de la vivienda.

Según han explicado fuentes del Banco de España, las dotaciones se calcularán en función de los riesgos, que se dividirán en tres tipos: normales, lo que se califica como "stage 1"; normales en vigilancia especial, que es cuando se deterioran las condiciones pero aún se sigue pagando el crédito ("stage 2"); y los dudosos, que son los impagados ("stage 3").

Cada uno de estos tres tipos requiere unas determinadas dotaciones a provisiones, que se calculan según unos modelos contables que pueden ser individualizados (para la gran banca) o estandarizados, con los que se pretende facilitar las cosas a los bancos más pequeños, añadieron las fuentes.

Lo más novedoso de esta nueva normativa es el incremento que se exige a los créditos del segundo nivel, los de "vigilancia especial", cuyas provisiones se calculaban hasta ahora en función del riesgo en los siguientes 12 meses y a partir del 1 de enero se tendrá en cuenta toda la vida del crédito.

Las mayores provisiones se registrarán como una disminución de las reservas, por tratarse de un cambio en la normativa contable, explicaron las fuentes, que añadieron que las autoridades europeas están trabajando en la creación de un periodo transitorio para diluir en varios años el impacto en recursos propios de la adopción del nuevo modelo.

El impacto contable de estos cambios no será muy relevante, pues va contra reservas y no contra resultados explican las fuentes, que lo sitúan en unos 45 puntos básicos de capital.

Preguntadas por los efectos que tendrán las nuevas normas sobre el crédito, las fuentes no consideraron probable que afecte a la concesión, aunque dudaron de que el saldo vaya a crecer próximamente, al estar "en un periodo de desapalancamiento".

Sin embargo, sí consideraron posible un encarecimiento del crédito, puesto que si los bancos tienen que tener más capital a partir de ahora, deberán tener más ingresos para poder retribuirlo adecuadamente.

La nueva circular sustituye a otra de 2004, y adapta el régimen contable de las entidades españolas al nuevo marco derivado de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) sobre instrumentos financieros (NIIF 9) y sobre ingresos ordinarios (NIIF 15).

Según explicaron las fuentes, la nueva circular mantiene las mejoras introducidas en 2016 con objeto de reforzar la contabilidad del riesgo de crédito que clasificaba las operaciones utilizando las definiciones de riesgos dudosos ("non performing") y de exposiciones refinanciadas, así como las referidas a la valoración contable de las garantías.