Un juzgado de Oslo condenó hoy al obispado de la Iglesia Católica en la capital noruega a una multa de 2 millones de coronas (unos 200.000 euros) por irregularidades al elaborar su lista de miembros para acceder a subvenciones estatales.

La sentencia considera probado que el obispado (la mayor de las tres diócesis católicas noruegas y encargada de registrar a fieles en todo el país) cometió fraude grave al recurrir de 2011 a 2014 a la guía telefónica para encontrar nombres que "sonasen católicos", buscar su fecha de nacimiento e incluirlos como miembros.

La juez estimó no obstante que no se ha demostrado que hubiera un intento consciente de realizar una práctica fraudulenta y que tampoco existen instrucciones sobre cómo registrar a los fieles, además de considerar que el responsable de la administración del obispado no ha delinquido.

Las autoridades noruegas habían ordenado al obispado pagar un millón de coronas (unos 100.000 euros) hace un año tras considerar que se había cometido fraude, pero al rechazar este la sanción, la fiscalía decidió llevar el caso a los tribunales.

Durante el juicio la acusación pidió una multa de 5 millones (500.000 euros) y año y medio de prisión para el administrador.

El obispado presentó de forma paralela una demanda civil contra la decisión de las autoridades de ordenar la devolución de unos 40 millones de coronas (4 millones de euros) por subvenciones, litigio que perdió en primera instancia, aunque ha recurrido la sentencia.

El caso estalló en febrero del año pasado por una denuncia de las autoridades regionales, que provocó que agentes de la unidad de delitos financieros de la policía registraran la sede del obispado.

De acuerdo con cifras de la Oficina Nacional de Estadística, la Iglesia Católica pasó entre 2008 y 2016 de 46.640 a 140.109 miembros en Noruega, un país de mayoría protestante.

La Iglesia Católica noruega había sido advertida en 2012 y prometió cambiar el método para contabilizar a los fieles, tras pedir disculpas y asegurar que no hubo mala intención.