La Policía Nacional detuvo en Las Palmas a un hombre de 58 años, empleado doméstico de una empresa de servicios, por hurtar joyas valoradas en 20.000 euros de una vivienda donde trabajaba, cuya propietaria pudo recuperar varias piezas. Tras quedarse con las alhajas, el presunto autor vendió parte de ellas en joyerías y establecimientos de compro oro.

La víctima denunció que las piezas sustraídas estaban en un joyero de su dormitorio. La denunciante sospechó del personal del servicio doméstico que tenía contratado, a través de una empresa, por lo que las pesquisas se centraron en recabar de dicha entidad la filiación de los empleados, lo que permitió comprobar que uno efectuó numerosas ventas de los efectos de valor en distintos establecimientos de Gran Canaria.