El BK Ventspils frenó en seco al Iberostar Tenerife y avisó de que tanto en esta competición europea como en la Liga ACB hay que jugar a un buen nivel y salir concentrados para sacar los partidos adelante.

El equipo letón les puso el caramelo en la boca a los de Fotis Katsikaris en el primer cuarto (17-6), y cuando los locales pensaron que sería un encuentro fácil tras lo visto en esos primeros diez minutos, los visitantes, a partir del segundo, se hicieron con el control del partido, atacando primero por el interior para luego hacerlo desde diferentes posiciones del campo.

Ayer, el Iberostar Tenerife no supo encontrar la forma de romper la defensa del rival. Sin Ponitka en la cancha, al estar algo tocado en la rodilla -solo jugó los primeros cinco minutos-, el equipo tinerfeño no encontró una referencia ofensiva válida e intentó cambiar la dinámica del partido a base de lanzamientos exteriores.

Y es que, tras ese 17-6 del primer cuarto, el Ventspils salió con otra actitud en el segundo período. No estando acertado en los lanzamientos, buscó el juego interior con Zakis y Jucikas, quienes aprovecharon sus ocasiones.

Poco a poco el partido se iba igualando. Katsikaris intentaba frenar esa reacción visitante a base de cambios, pero no encontró el equilibrio deseado. Un parcial de 3-12 hizo que el partido se pusiera en 20-18 con un Iberostar Tenerife muy atascado en ataque y con falta de intensidad defensiva.

El partido, pese a los intentos del técnico griego por cambiar la dinámica, siguió siendo controlado por los visitantes, que se fueron creciendo tanto atrás como delante. A falta de un minuto del final consiguieron empatar (27-27), y al descanso se fueron con ventaja de cuatro puntos (29-33).

Con un triple de Abromaitis y otro de Tobey (35-33) pareció que el Iberostar Tenerife había encontrado el camino hacia el triunfo, pero no fue así, porque los letones estaban mejor situados en la cancha.

Al buen trabajo defensivo y la capacidad para aprovechar las dudas locales, se unió la efectividad en ataque de Jucikas y Skele, quienes llevaron a su equipo a alcanzar una diferencia de diez puntos (46-56) al comienzo del tercer cuarto.

Esos últimos ocho minutos fueron un querer y no poder de un Iberostar Tenerife que, además de no poder contar con Ponitka, tuvo la baja de San Miguel, que recibió un golpe en el cuello y tuvo que abandonar la cancha.

Habrá que esperar a las pruebas que se les haga a estos dos jugadores para conocer el alcance de las lesiones. Perder contra el Ventspils y, además, a dos hombres importantes para el partido del sábado sería una derrota muy dura.

"Muchos de los jugadores no tuvieron su día"

Tras su primera derrota como preparador del Iberostar, Fotis Katsikaris se mostró bastante contrariado por el "muy mal partido" realizado. Del mismo modo, se lamentó de "no saber aprovechar los fallos del rival", aunque enalteció en repetidas ocasiones la defensa y la intensidad letona. Entre los errores cometidos por los suyos quiso destacar "la poca eficacia a la hora de mover el balón", aseveró. En esas misma línea albergó en su comparecencia el hecho de que en "los ataques estáticos no se han sabido elegir las opciones; hemos carecido de chispa", afirmó. El técnico griego asumió que "coincidió que muchos de nuestros jugadores importantes no tuvieron su día", dijo. "Debemos aprender de los errores. Tenemos que saber cómo y qué tenemos que hacer para ganar a cada rival", concluyó.

San Miguel y Ponitka se someten a pruebas hoy

Más allá de la derrota, la preocupación es ostensible. El polaco Mateusz Ponitka salió lesionado con un esguince de rodilla -a determinar el grado-. Mientras, Rodrigo San Miguel sufrió un pinchazo en las cervicales. Las pruebas determinarán el alcance, aunque preocupa más la situación del polaco.