El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional continuó ayer la investigación del homicidio que ocurrió durante la jornada del pasado martes en un piso del barrio santacrucero de El Toscal. Y, en el marco de esas pesquisas, los agentes efectuaron un registro de la vivienda donde se produjo la muerte violenta de una cuidadora boliviana de 50 años, a manos de una compatriota de 39 y compañera de trabajo. Los profesionales trabajan para tratar de determinar cómo ocurrió el ataque y el móvil del mismo.

A las 14:00 horas, funcionarios de la Brigada de Policía Judicial, un letrado de la administración de Justicia y la mujer arrestada por este trágico suceso llegaron al domicilio situado en la confluencia de la calle La Rosa y el Pasaje Ravina Segundo.

La ciudadana sudamericana apresada llegó en un coche camuflado blanco, junto a dos agentes de paisano. La entrada se produjo de manera discreta y casi sin testigos.

La acusada, que cojeaba ligeramente de la pierna derecha, entró al portal y con una leve sonrisa saludó a agentes, al funcionario judicial y a familiares de la señora mayor a la que cuidaba hasta el pasado martes.

Las tareas de registro de la casa y primera reconstrucción de los hechos duraron aproximadamente 45 minutos.

El entorno de la propietaria del inmueble donde tuvo lugar la agresión mortal declinó hacer declaraciones.

Supuestamente, el homicidio de la cuidadora boliviana se produjo en la mañana del pasado martes.

Y el cadáver fue encontrado a mediodía por la señora de avanzada edad que recibía los cuidados de la fallecida y la ahora apresada.

El cuerpo se hallaba en el interior del baño y había recibido un número considerable de golpes, por lo que, desde el primer momento, se barajó que se trataba de un homicidio. Según explican fuentes policiales, esa hipótesis fue confirmada posteriormente por la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife.

La detención de la presunta autora tuvo lugar en la noche del pasado martes y en la jornada de ayer continuaba en los juzgados a la espera de pasar a disposición judicial.