Los sindicatos que representan mayoritariamente al colectivo de la Policía Local de la capital consideran "una burla" la actitud de los responsables políticos.

Por tal razón, de cara a un nuevo encuentro de la mesa de negociación que debe celebrarse este martes, han decidido reactivar "sine die" la huelga de celo, poniendo en práctica el paquete de siete medidas que ya fueron acordadas y refrendadas en asamblea, lo que viene a representar la aplicación estricta de la letra, es decir, trabajar a reglamento.

La mayoría de las fuerzas sindicales con representación en el Ayuntamiento de Santa Cruz (Asipal-CSL, CCOO, CSIF y UGT) rechaza de plano la creación de un nuevo grupo operativo de respuesta (GOR) en la Policía Local, una propuesta del Consistorio que, según explicaba el pasado jueves la concejal de Seguridad, Zaida González, durante la sesión de la comisión de control, supondría una media de cuatro patrullas más cada día, en turnos de mañana y tarde.

De otra parte, los sindicatos sostienen como irrenunciable la demanda que ya elevaron a la mesa sectorial, en cuanto a la compensación económica en forma de plus que, desde su planteamiento, deben percibir los agentes que trabajen sábados, domingos y festivos.

A propósito, el edil de Hacienda y Recursos Humanos del ayuntamiento capitalino, Juan Jesús González, también se refirió a esta reivindicación durante la citada comisión de control, argumentando que no resultaba posible atender las demandas económicas de máximos que plantean los trabajadores.

Según el cálculo expuesto por Juan José Martínez, la reclamación inicial de los sindicatos representaría un incremento lineal "muy notable, del 14%, en las retribuciones, una cantidad que no podemos atender ni se corresponde con la política salarial del ayuntamiento".

Ante tal estado de cosas, los policías locales se muestran dispuestos a mantener la huelga de celo "hasta tanto no lleguemos a un acuerdo que consideremos satisfactorio", sostienen, y afirman: "Si quieren pulso, lo van a tener".

Conocedores de que ya de antemano tienen perdida "la batalla de la calle", por la mala imagen que la huelga de celo despierta entre la ciudadanía, asumen que la solución al conflicto se dilatará "el tiempo que ellos quieran", en alusión a los políticos.

El pasado 29 de noviembre, los policías locales aprobaron una batería de medidas de presión ante lo que consideran "abusos" por parte del Ayuntamiento, que se resumen en trabajar a reglamento, es decir, aplicando la legalidad de forma taxativa y rigurosa; restringir el uso de los vehículos patrulla y motocicletas cuando alguna circunstancia desaconseje su uso; hacer acto de presencia en los actos públicos donde figuren el alcalde y la edil de Seguridad; no realizar servicios de forma individual; presentarse voluntarios en los servicios extraordinarios y, por último, la negativa de usar el teléfono móvil personal para desarrollar funciones laborales.