"Notamos que desde que ha entrado este nuevo grupo de gobierno, nuestro barrio está más olvidado que nunca y no se ha llevado a cabo ningún tipo de actuación". Es la conclusión a la que llega la Asociación de Vecinos Tijoco Bajo (Avtiba), que espera por una respuesta del gobierno municipal a sus demandas y propuestas desde febrero de 2016.

Desde entonces, este colectivo documenta el desarrollo de varios encuentros con el concejal de Desarrollo Creativo, Deportes y Conocimiento, Adolfo Alonso, a quien trasladaron "unas 20 reivindicaciones y propuestas" para mejorar las condiciones del núcleo.

Además de asegurar que la primera respuesta "eficiente" la recibieron el pasado noviembre (año y medio después, aunque en medio hubo reuniones para incidir sobre el contenido de la primera de ellas) a modo de dossier.

Desde Avtiba se explica que la elaboración del mismo fue un compromiso del concejal, pero "además de que nos lo remitió con un trabajador, nuestra sorpresa está en que cuando empezamos a ojearlo (son ocho folios con un total de 45 imágenes de otros tantos puntos del barrio) observamos que se trata de un documento con tan solo imágenes, un copia y pega, sin ningún texto explicativo de las acciones que se deben llevar a cabo en cada caso, tal y como nos había dicho que sería. ¡Otra tomadura de pelo más!".

El malestar de los vecinos de Tijoco Bajo aumenta cuando el concejal deja de atender sus llamadas telefónicas y mensajes, "aunque al instante comience a publicar en las redes sociales cuestiones correspondientes a otras áreas de gestión".

Entre las cuestiones que demandan está la denominación de alguna calle y una reordenación de los números de las viviendas de algunas vías para evitar los perjuicios que actualmente sufren, así como la adquisición de suelo en dos puntos del barrio (Gasparines y entre Las Cercas y La Cocineta) para habilitar estacionamientos públicos.

Muros en mal estado, señales deterioradas, vallas no homologadas al paso de la acerca por diversos solares y huertas, alcantarillas, asfaltado en estado pésimo, alumbrado público deteriorado y carreteras sin aceras son algunas de las quejas vecinales.