Antonio Arias representó en 2016 varios edificios y elementos laguneros en un belén. El resultado obtenido y las felicitaciones que recibió lo llevaron este año a embarcarse en una empresa mayor, tanto en metros como en dificultad. Empezó de cero para crear una obra con distintas construcciones significativas del casco antiguo, a la que enriquecen numerosos detalles. Por estar, está hasta el antiguo pedestal que utilizaban los policías para dirigir el tráfico.

Antonio vive en la Urbanización Poeta Manuel Verdugo, en las inmediaciones del futuro centro de salud del Cristo, y la composición le ocupa por completo el garaje de su casa. De izquierda a derecha aparece el ayuntamiento (hasta con un machihembrado en el techo de los soportales y banderas pintadas); la calle de La Carrera y sus luces navideñas, y el convento de Las Catalinas, con sus correspondientes vidrieras (hechas con manteles) y ajimeces.

También está presente la plaza del Adelantado, el antiguo mercado, la capilla de San Miguel (que alberga el nacimiento) y, de fondo, ese decorado natural que es la montaña de San Roque y su ermita. Entre otras cosas, Arias recupera en su diseño el parque infantil y los columpios que un día tuvo la referida plaza, mientras que la recova no está sola, sino que la acompañan la churrería y el viejo matadero municipal.

Para hacer posible esta versión ampliada del trabajo anterior, a Antonio le ha bastado con corcho, alambre, cartón, cañitas plásticas, los manteles para las vidrieras... y no mucho más. Todo con un coste de unos 60 euros y, eso sí, importantes dosis de esfuerzo y paciencia desde el pasado mes de octubre. Los frutos de esa dedicación los muestra de lunes a viernes de 16:00 a 19:00 horas... y ya piensa en su próximo proyecto.