Una explosión de ritmo, un sinfín de sonidos y sensaciones y, sobre todo, la alegría de un público entregado protagonizaron ayer la cuarta edición del Concierto de Año Nuevo de Tenerife en Garachico, que comenzó pasados cinco minutos de las seis de la tarde y congregó a más de 2.500 personas en la Glorieta de San Francisco de la Villa y Puerto. La poderosa voz de la cantante cubana Daymé Arocena hipnotizó a los presentes, que ya habían escuchado a la Big Band de Canarias, dirigida por Kike Perdomo, las versiones de los clásicos de la grancanaria Alba Serrano y las voces del Coro de Cámara de Garachico.

El espectáculo comenzó con dos temas de la Big Band de Canarias, al que siguió una canción navideña del Coro de Garachico y, a continuación, salió al escenario la intérprete grancanaria Alba Serrano, quien conquistó al público con su voz y las versiones de clásicos de Frank Sinatra, entre otros, acompañada siempre por la Big Band. Hacia el ecuador del espectáculo salió al escenario de la Glorieta de San Francisco la cubana Daymé Arocena, que presentó algunos temas de su nuevo trabajo discográfico, "Cubafonía", en formato "big band". Descalza y ataviada completamente de blanco se metió al público en el bolsillo entre canción y canción con su simpatía y "desparpajo".

Ya en la última parte del espectáculo, que se prolongó durante casi dos horas, salieron todos los intérpretes al escenario para hacer las delicias del público allí presente, que acabó en pie y coreando la conocida canción "Gracias a la vida" con la que Arocena se despidió de los allí presentes. Garachico, pues, consolida este recital que por cuarto año consecutivo se celebra en la Villa y Puerto el día 1 de enero, conformándose ya como una cita obligada para todos los tinerfeños. Cabe recordar que el año pasado el concierto contó con una de las mejores voces del panorama nacional, como es la de Sole Giménez. En la presente edición fue la joven intérprete Daymé Arocena, que, con apenas 25 años, irradia una gran presencia sobre el escenario, desde donde atrapó las miradas de todos los presentes. Garachico hizo un nuevo guiño a la buena música para estrenar año.