La huelga indefinida iniciada el pasado mes de diciembre por los empleados de Ralons Servicios ha comenzado a dejarse notar estos días en inmuebles de gran presencia de personas como centros de salud y juzgados.

Usuarios del centro médico de Ofra, en Santa Cruz, denunciaron ayer el estado en el que se encontraban los baños de este edificio público, con las papeleras llenas y más basura esparcida por el suelo.

Una imagen "lamentable" para un establecimiento al que acuden personas enfermas, al igual que ocurre en el centro de salud Ruiz de Padrón, en El Toscal.

La situación es similar a la relatada ayer por David Ortuño, delegado sindical y de prevención de la sección de Justicia de Intersindical Canaria (IC), en relación con los juzgados de Arona.

"No se vacían papeleras; los funcionarios están usando cajas de papel como papeleras, existiendo en ellas restos orgánicos; malos olores; falta de papel higiénico en los calabozos; y falta de higiene y limpieza en las dependencias del Instituto de Medicina Legal", son algunas de las quejas recogidas en la denuncia que presentó Ortuño ayer ante la Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

A juicio del delegado sindical de IC, en los juzgados de Arona ni siquiera se están cumpliendo los servicios mínimos, como sí ha ocurrido, al menos hasta ahora, en los juzgados de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna.

En este sentido, David Ortuño advierte de que la situación puede empeorar la semana que viene, cuando los juzgados recobren su actividad habitual, mermada ahora por el periodo vacacional. "Estamos al 50% o menos, pero la semana próxima empiezan los señalamientos y habrá mucha gente en los juzgados", añadió.

Los empleados de Ralons Servicios, propiedad del empresario Miguel Ángel Ramírez, iniciaron el paro indefinido por no percibir su sueldo desde hace casi cuatro meses. Las principales gerencias donde el Grupo Ralons los tiene subcontratados son las de Justicia y Sanidad.