Argentina colocó hoy bonos en los mercados internacionales por 9.000 millones de dólares, a tasas que, según el Gobierno de Mauricio Macri, son las más bajas que haya convalidado el país suramericano.

Según informó el Ministerio de Finanzas en un comunicado, Argentina colocó tres tipos de títulos, a 5, 10 y 30 años de vencimiento.

La operación incluyó la colocación de 1.750 millones de dólares en bonos a 5 años, con un rendimiento del 4,625 %.

Además, colocó 4.250 millones de dólares en papeles a 10 años y con un rendimiento del 6 % y 3.000 millones de dólares en bonos a 30 años y con una tasa del 6,95 %.

"Estas tasas son las más bajas de la historia para Argentina para emisiones en dólares en el mercado internacional, y representan una baja de 100 puntos básicos en relación a las tasas pagadas en la emisión de bonos similares de enero de 2017", destaca el comunicado.

La demanda por los bonos argentinos totalizó los 21.400 millones de dólares, superando en 2,4 veces el monto finalmente emitido.

En la operación participaron unos 450 inversores de Norteamérica (46%), Europa (35%) y Asia (11%) y otras regiones (8%).

Según el Ministerio de Finanzas, la emisión fue liderada por los bancos Citigroup, Deutsche Bank Securities, HSBC, BBVA y Santander.

"Estamos muy satisfechos con esta nueva emisión, ya que logramos, una vez más, bajar significativamente nuestro costo de financiamiento con las tasas más bajas de nuestra historia", afirmó el ministro de Finanzas argentino, Luis Caputo.

Según el ministro, "esto demuestra que los inversores ven con mayor entusiasmo y confianza la situación económica y política del país".

Caputo indicó que los fondos obtenidos con esta operación cubren aproximadamente una tercera parte de las necesidades de financiación de Argentina para 2018 y "más del 50 % de las inversiones en infraestructura que están contempladas en el Presupuesto de este año y que tan necesarias son para el desarrollo" del país.

Esta emisión se produce a 21 meses de que Argentina pusiera fin a un millonario cese de pagos declarado a finales de 2001 y que por años mantuvo al país suramericano al margen de los mercados internacionales.

En abril de 2016, a poco de iniciado el Gobierno de Macri, Argentina logró un acuerdo con los acreedores privados que litigaban contra el país por los bonos en mora.

Desde entonces, el Ejecutivo ha desplegado una política de fuertes emisiones, en gran parte destinadas a refinanciar vencimientos, y entre las colocaciones destacó una realizada en junio pasado por 2.750 millones de dólares en bonos a 100 años de plazo.